2019 no será un año al que se le recuerde con especial cariño en Gran Vía, 32. Los últimos 12 meses se han convertido para la Cadena SER en una serie de catastróficas desdichas cuyo colofón ha llegado de la mano de A vivir, uno de sus buques insignia. A pocas horas de la celebración de Nochebuena, la emisora de Prisa despidió fulminantemente a Purificación Beltrán, responsable de la edición madrileña del programa que comanda Javier del Pino.
Así lo confirmó la propia periodista a través de sus redes sociales, donde aprovechó para denunciar la precariedad laboral a la que se ha tenido que enfrentar dentro de la SER. “Después de unos meses difíciles de acoso y derribo, con el programa de este fin de semana preparado y grabados los programas de fin de año, me han echado después de 15 años en la empresa de falsa autónoma”, apuntó.
“Ninguna razón y sin mirarme a los ojos, eso lo dice todo”, añadió Beltrán, que confirmó que se iba con “la conciencia tranquila y el corazón herido”. “Gracias a todos los que habéis escuchado el programa que con tanto cariño he dirigido durante seis años”, finiquitó la explicación, que fue replicado por Bob Pop, uno de sus más estrechos colaboradores dentro del espacio de la SER.{wbamp-show start}
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“Mañana, Purificación Beltrán y yo hubiéramos hecho juntos el último Bobsultorio literario del año pero no será así. Porque ayer la SER despidió a Puri. Estoy enfadado y triste. Y también sé que Puri y yo encontraremos otro lugar más feliz desde el que seguir hablándoos de libros y vida”, indicó el comunicador a través de su cuenta de Twitter.
La marcha de Beltrán se une a la de Celia Blanco, al que la emisora despidió hace unos días tras cancelar Contigo dentro. Tras un lustro en antena, la SER decidió eliminar al programa de sexo de su programación de cara a 2020, prescindiendo también de la periodista. “Alcanzamos el millón de descargas en podcast. He sido y soy un programa rentable. Si habláramos en términos futboleros sería un Cádiz o Almería”, reivindicó la presentadora, que se ha convertido en otra de las grandes víctimas de la nueva estrategia de la SER.
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