La segunda oleada del EGM de 2018 ha sacudido los cimientos de las principales radios generalistas. La encuesta ha pintado un panorama bastante negativo, especialmente en el caso de Cadena SER y COPE, que se han dejado 100.000 y 200.000 oyentes, respectivamente. Lo mismo ocurre con las mañanas del fin de semana, que se ven contagiadas por los malos datos de las emisoras y sufren una bajada generalizada bastante alarmante.
Una vez más, el liderato sigue siendo propiedad de Javier del Pino y su A vivir que son dos días, en el que quizás sea el último EGM del comunicador al frente de uno de los formatos más reconocidos de la emisora de PRISA. El espacio de la SER repite en la primera posición pero no tiene muchos motivos para la alegría, ya que se deja cientos de miles de oyentes con respecto a la anterior oleada.
El programa matinal consigue 1.642.000 personas los sábados, lo que supone una bajada de 241.000 fieles si se compara con los datos obtenidos en la primera encuesta de 2018. El resultado es más dramático a nivel interanual, ya que A vivir se deja 405.000 personas con respecto a la misma oleada del año pasado. Los datos mejoran ligeramente los domingos, donde engancha a 1.541.000 personas, lo que se traduce en un descenso de 229.000 fieles de una encuesta a otra.
No es un día cualquiera tampoco ha tenido un buen EGM. El espacio de RNE ha sufrido fuertes caídas, tanto en sábado como en domingo. El programa marcó 794.000 oyentes en su edición sabatina, lo que supone un descenso de 111.000 fieles de una oleada a otra. El dato del domingo es aún más preocupante, ya que anota 640.000 radioyentes, mientras que en la primera ola de 2018 la cifra ascendía a 982.000 personas. Debido a este descenso, No es un día cualquiera pierde la segunda plaza del domingo en favor de COPE.
Por fin no es lunes, la apuesta de Onda Cero para el fin de semana, ha vivido un EGM contradictorio. El programa que conduce Jaime Cantizano sufre en su edición del sábado, donde baja de 870.000 a 422.000 fieles en solo tres meses. Pero no todo son malas noticias para el comunicador, ya que es el único que logra sumar oyentes: la entrega del domingo de Por fin no es lunes crece en 170.000 personas y su audiencia pasa de 422.000 a 592.000 almas.
Pese a perder oyentes, Fin de semana es una de las grandes beneficiadas de este oleada. El programa de COPE es el espacio que menos baja y, gracias a ello, logra arrebatarle la tercera plaza a Por fin no es lunes en la mañana del sábado y el segundo puesto a No es un día cualquiera el domingo. El programa marca 744.000 radioyentes el sábado y 649.000 el domingo, mientras que en la anterior encuesta anotó 810.000 y 755.000, respectivamente.
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