La guerra entre José Antonio Abellán y Radio 4G está lejos de llegar a su fin. Tras la abrupta salida del periodista, Radio Total (que posee la propiedad de la emisora) y Grupo Squirrel Capital han anunciado a través de un comunicado que llevarán al periodista ante los tribunales tras sus controvertidas declaraciones.
Las acusaciones que recaen sobre Abellán son “delitos contra el honor y la imagen (calumnias e injurias), delitos contra la propiedad privada (apropiación y/o distracción de bienes propiedad de Radio 4G), delitos contra la propiedad industrial e intelectual, delitos contra el orden socioeconómico (tratar de influir en la cotización de una compañía mediante la difusión de datos total y/o parcialmente falsos) y estafa contable”.
Squirrel Capital ha puesto estos hechos en conocimiento del Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid, iniciando “las pertinentes acciones civiles y mercantiles en defensa de los intereses, económicos y morales, de las personas físicas y jurídicas afectadas”. Además, la compañía acusa a Abellán de “incumplir sus obligaciones contractuales para con la empresa y su socio, procediendo, en clara competencia desleal, a comenzar un proyecto paralelo que desde hace meses estaba preparando subrepticiamente”.{wbamp-show start}
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Abellán se defiende y da su versión
Por su parte, José Antonio Abellán ha publicado un vídeo en el que narra cómo fue la entrada de Squirrel Capital en Radio 4G: “Mi socio, Pablo Pereiro, presidente de Vértice 360, llegó a mí en verano de 2017. Yo buscaba un socio que, por encima de la inversión económica, me diera una estructura y sinergias con un gran grupo relacionado con la comunicación para dejar de ser ‘la radio de Abellán’”.
Después de que este primer acercamiento no fructificase, Pereiro y Abellán volvieron a cruzar sus caminos en noviembre: “Entonces sí me prometió todo lo que yo quería y firmamos a finales de diciembre”. Según ha explicado el periodista, la operación consistía en que él le daba “la mayoría de la compañía (un 75%) gratis a cambio de que se hiciese cargo de todo lo que yo no sabía hacer: gestión económica y financiera, marketing, recursos humanos, etc.”.
“Aquello empezó bien, lento pero con una relación agradable”, prosigue, destacando que no le dieron ni un dato acerca de cómo iba la emisora: “Solo tenía referencias que me decían que la facturación no estaba siendo todo lo buena que esperaban, lo cual era su responsabilidad. Me sorprendía porque era tan mala que era peor de la que había conseguido yo solo”.
“La relación comienza a estropearse en verano. Parece ser que él tiene una relación de negocios con la Iglesia y con COPE”, asegura, revelando que Pereiro le comentaba que estaba siendo extorsionado por relacionarse con él. Este punto de inflexión dañó las relaciones entre ambos de manera irreversible: “Un día llegué a la radio y me dijo que ponía en la calle a todas las personas cercanas a mí. En nuestro contrato yo tenía dos privilegios: un círculo de confianza y la dirección editorial de la cadena”.
“Fulminó el círculo de confianza entero y los pone en la calle de malas maneras, sin dejarles ni siquiera recoger las cosas”, confiesa, indicando que, a partir de ese momento, cada día surgía una nueva sorpresa, como “externalizar a sus compañías todos los departamentos de la radio” o tomar el control de la programación.
“Aquello se fue enturbiando hasta que, de vuelta de las vacaciones de enero, yo sabía que aquello no podía ir más lejos. Empezó una guerra de burofaxes y tomé la decisión de irme porque no aguantaba más”, comenta. Además, Abellán asevera que, tras este movimiento, comenzó a recibir llamadas que le decían que Pereiro era un “estafador”, llegándole a mandar documentación que así lo demostraba. Por último, acusa al responsable de Vértice 360 de estar estrechamente relacionado con Guisseppe Donaldo Nicosía, que actualmente está en la cárcel acusado de evasión de impuestos.
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