“Madre hay más que una” es el nuevo libro de la comunicadora Samanta Villar. Hay quien lo ha definido como un relato en primera persona sobre la aventura de la maternidad, pero desde OndaSaludable creemos que constituye un valioso documento para naturalizar un problema que cada vez tienen más parejas: la donación de óvulos. ¿Habrá sido fácil para ella escribir, con todo lujo de detalles y sin pelos en la lengua, sobre un tema que para muchas personas sigue siendo un tabú como es la fecundación in vitro o, más concretamente, la donación de óvulos? Samanta Villar confiesa que no ha sido nada sencillo a nivel emocional. Sin embargo, tras un duro trabajo consigo misma, decidió anteponer su coherencia y principios, y comenzó a escribir convencida de que su historia podría crear un referente y ayudar a normalizar.
Y es que, la comunicadora opina que el tema de la infertilidad se está normalizando poco a poco. “Es cierto que cada vez hay menos problemas para hablarlos. La gente ha perdido el miedo a ser juzgado por ello”, indica. Quizá los esfuerzos de instituciones y medios de Comunicación durante años para que deje de generar rechazo una persona que no consigue concebir hayan dado sus frutos. En cambio, puntualiza que “hay otros temas como la donación de óvulos que sí está muy silenciado”. ¿El culpable?
Samanta Villar descarta que tenga que ver con la labor informativa de los centros a los que acuden las parejas que sufren algún problema de infertilidad. “Si tú te quieres informar por Google en cualquier aspecto de la vida, va a ser un poco confuso. Pero desde el punto de vista de la información médica, todo lo que hay sobre donación de óvulos es muy riguroso y muy completo. Las clínicas de infertilidad lo tienen muy bien estructurado. Tienen información muy clara y estrategias de Marketing muy bien pensadas. Bastante atractivas/agresivas. No tengo la sensación de que el problema sea de desinformación, sino de silenciación de la infertilidad”, apunta.
La “silenciación de la infertilidad” tiene una vertiente económica
“Se necesita hablar de que hay casos en los que no es que seas infértil, sino que, como cada vez nos animamos a tener hijos más tarde, se nos acaba la capacidad reproductiva. Hay que saber que a partir de los 35 años y no de los 40 años es cuando baja tu reserva ovárica; hay que saber que hay opciones como congelarse los óvulos; hay que empezar a hablar de las condiciones sociopolíticas para procrear… Se necesita mucha reflexión alrededor de esto e información”, subraya Samanta Villar.
La autora de “Madre hay más que una” se detiene en la cuestión de las condiciones sociopolíticas. Explica que “si hoy en día no tienes trabajo antes de los 35, tampoco vas a tener hijos y esto va totalmente en contra de tu reloj biológico. Esto es bestial. Al final, los que llegamos a una determinada edad sin hijos, hay una barrera económica que decide que los que tendrán hijos son los que tienen dinero. Y esto es muy fuerte. Como gobierno, alguien debería hacer algo al respecto”.
Concentrarse en lo que sí se tiene, una solución a la angustia por ser infértil
Una vez descartada la idea de que la falta de una estrategia más amplia de Comunicación para naturalizar la infertilidad y la donación de óvulos, Samanta Villar señala: “El problema de comunicación deriva del miedo a que te juzguen, a considerarnos menos padres porque nuestros hijos no lleven nuestro material genético. Pero además, la sexualidad de la mujer está escondida. Y la maternidad tiene mucho que ver con la sexualidad”.
Ella aconseja a los padres que tengan problemas de infertilidad que “mantengan la calma y que se concentren en aquello que sí que tienen. Es la mejor manera para ser feliz. Fíjate que tenemos salud, amigos, tiempo libre, un puesto de trabajo, agua en el grifo… y hay mucha gente que carece de esto. Si has conseguido ser feliz hasta el momento de plantearte tener hijos, ¿Por qué no lo vas a seguir siendo aunque no los consigas? Es fundamental y sobre todo en un momento en el que lo que necesitas es tranquilizarte para poder concebir”.
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