“¿Cuántos de vosotros tenéis un Android y lo conectáis a la wifi de vuestra oficina de farmacia ignorando los riesgos que comporta? ¿Cuántos podéis asegurar que el antivirus que inocentemente habéis descargado en vuestro teléfono móvil no es realmente un virus? ¿Y cuántos sabéis reconocer que una app de salud no es mala o nociva?”. Estas son algunas de las cuestiones con las que el experto en ciberseguridad Chema Alonso ha provocado que cientos de farmacéuticos se replanteen si el uso que están haciendo de las nuevas tecnologías es todo lo seguro que debiera para evitar sucumbir a las cientos y miles de estafas y las extorsiones que circulan por Internet.
Según ha explicado el jefe de Seguridad en Telefónica durante la conferencia impartida en Infarma Madrid 2016, “la digitalización del mundo también ha afectado a nuestras necesidades más internas, a debilidades humanas como los celos o la envidia. Tal es la cantidad de gente que busca expertos que les ayuden a piratear la contraseña de Facebook de un exnovio, el Whatsapp de una amiga, a cambiar la nota de un examen o a conseguir un título universitario, que en torno a esta demanda ha surgido toda una industria de cibercriminales que está estafando y extorsionando masivamente”.
Basándose en su dilatada experiencia en seguridad informática, Chema Alonso ha asegurado que “la degeneración de los usuarios llega a límites sorprendentes”. El también CEO de ElevePaths ha presentado una larga lista de ejemplos de los distintos tipos de estafas y extorsiones que se alimentan del uso inadecuado de Internet de los usuarios a la hora de buscar soluciones ilegales en la red y descargar programas informáticos y aplicaciones en sus ordenadores o móviles sin ningún tipo de precaución ni seguridad. En su opinión, “en el mundo digital está chupado forrarse porque hay cantidad de gente que está dispuesta a ser estafada”.
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