La Sanidad española está ante un momento crítico en el que debe apostar por un nuevo sistema con el que afrontar los retos del futuro que pasan fundamentalmente por el aumento del gasto derivado de una población más envejecida y un aumento de la esperanza de vida. Lo han dicho el director del Institute Healthcare Managment de ESADE, Manuel Peiró, y el catedrático de Estructura Económica de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) Ramón Tamames durante el encuentro Europa Press Sanidad Pública 2015, quiebra o sostenibilidad.
Los expertos han sido claros respecto de la respuesta a esta interrogante. Si la Sanidad española sigue como está en estos momentos, se acerca inevitablemente a la quiebra. En el informe que han presentado indican que el gasto sanitario aumentará entre 32.000 y 48.000 millones de euros de aquí a 2015. Indican que el coste de no hacer nada al respecto son esos 16.000 millones de diferencia entre estas dos cifras. Los expertos indican que pasada la crisis económica, es un buen momento para abordar una comisión de estudios y ponerse de acuerdo para un gran pacto que garantice la sostenibilidad del sistema.
Para el profesor de ESADE Manuel Peiró la clave está en definir quién tiene derecho a acceder a la asistencia sanitaria, qué cobertura ofrece y cómo se financia, además de dar un mayor papel a los profesionales sanitarios ya que son quienes saben cómo mejorar el sistema y son los que lo han sostenido durante la crisis. “El mayor problema que podemos tener es que los profesionales se nos desmoronen. Les han bajado los salarios y la presión que han soportado en algunos casos ha sido tremenda, y no hemos sido capaces ni de darles una palmadita en la espalda”, indicó Peiró.
Del mismo modo, los dos profesionales han indicado que esta solución pasa por una mayor participación de la sanidad privada, que según Tamemes, debe ser un agente más del sistema que permita “liberar recursos” y que sirva “para mejorar la pública y que haya competencia”. Este experto propone incluir al ámbito privado en el pacto de estado que reclama al Gobierno y favorecer su uso mediante desgravaciones fiscales a quienes dispongan de aseguramiento privado.
“La sanidad privada ha contribuido de forma decisiva al mantenimiento de la pública”, ha añadido Peiró, que pide no ver ambos sistemas como “compartimentos estancos” y ha lamentado que desde algunos sectores se rechace esta colaboración. “El debate no debe ser si es pública o privada, sino la aportación que hacen o la calidad que da”, ha insistido. En relación a la posibilidad del copago por determinados servicios o actos sanitarios, albos han reconocido que es un tema controvertido que no habría que descartar siempre que se garantice el acceso para aquellos grupos de la población que no puedan pagarlo.
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