Nomofobia, efecto Google o el síndrome de la llamada imaginaria son algunas de las enfermedades que han surgido en los últimos años con la generalización de Internet y las nuevas tecnologías. A ellas hay que sumar ahora la alergia al Wifi, ya que un tribunal francés ha concedido una pensión por discapacidad a Marine Richard debido a su alergia a esta Tecnología. Debido a esta enfermedad tecnológica vive aislada en los Pirineos centrales, en la zona del Ariege, sin agua caliente ni luz con la que poder calentarse en invierno. Es el único lugar donde parece que puede ocultarse de las ondas electromagnéticas a las que tiene hipersensibilidad, por lo que tuvo que dejar su trabajo como periodista y a su familia para alejarse allí de su padecimiento.
Esta alergia al Wifi le ha hecho demandar al Estado de Francia, que deberá pagarle durante tres años una pensión de 800 euros al mes después de que un tribunal así lo haya determinado. Marine Richard sufre dolores de cabeza continuos, náuseas, mareos y hasta depresión y confusión mental. Hasta ahora sufría una dolencia no reconocida de forma oficial por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que no ha encontrado correlación entre estos síntomas y la exposición a estas ondas electromagnéticas, pero tras esta sentencia de un tribunal francés deberá replantearse su reconocimiento dentro del listado de enfermedades tecnológicas existentes a pesar de que los estudios aseguran la citada inexistencia de correlación entre ambos supuestos.
Por lo pronto, Marine Richard se ha convertido en la primera persona en recibir una pensión y ser reconocida por alergia al Wifi. A partir de ahora le queda un largo camino para tratarla y encontrar el origen de esta enfermedad tecnológica, a la que muchos atribuyen a un fenómeno psicológico denominado efecto ‘nocebo’, que consiste en desarrollar síntomas concretos porque la persona está convencida de que algo le hace daño. Pero sea así o no, lo que el tribunal francés ha determinado es que Marine no miente a la hora de hablar de sus síntomas, ya que le han supuesto abandonar su modo de vida y adoptar otro que supone un sacrificio para su persona. Además, sus síntomas desaparecen cuando no hay ondas electromagnéticas de por medio. Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, ya realizó una petición al Parlamento Europeo para se reconociera esta enfermedad.