Televisión Española está pasando por uno de sus peores momentos de la temporada. Esta mañana TVE ha confirmado el fin del nuevo programa de Los Morancos, sólo una semana después de su puesta en marcha. Una baja que se suma a la ‘Así de claro’ de Ernesto Sáenz de Buruaga después de tres emisiones y ‘Alfombra roja palace’ de José Luis Moreno. Estas salidas demuestran que las bajas audiencias no son toleradas en La 1 de José Ramón Diez, pero también una enorme falta de visión y de criterios técnicos a la hora de seleccionar sus estrenos.
Y es que prácticamente ninguna de las nuevas apuestas de la temporada están resultando. A los tres anteriores programas hay que sumar el espacio de Ramón García que también abandonó la parrilla de TVE de manera anticipada tras un mes de emisión. Y las tardes que a pesar de que mantienen sus dos series –Acacias y Seis hermanas- siguen sin carburar con audiencias que no superan los datos de sus predecesores. La única excepción es ‘El Ministerio del tiempo’ con éxito de audiencias y de crítica, pero atado desde antes de la llegada de la nueva administración a la cadena pública.
Pese a todo –y quizás por eso la prisa por quitar programas que no funcionan- se mantiene en TVE el share del 10%, uno de los objetivos de José Antonio Sánchez al comenzar la temporada. El otro era comenzar lentamentea levantar esta cifra, algo que no se ha cumplido, pero al menos se ha recuperado la barrera sicológica del 10% y se han logrado mantener distancias con las segundas cadenas de los grandes: Cuatro y la Sexta. No es el mejor de los escenarios, pero desde el punto de vista del share en La 1 respiran con cierta tranquilidad.
El problema realmente viene en el futuro más inmediato. La semana pasada el presidente de RTVE José Antonio Sánchez volvió a quejarse ante el Congreso de sus graves problemas de financiación. Según Sánchez la actual TVE es inviable con el modelo actual y es imposible que sea competitiva en el mediano plazo. Para nadie es un misterio que los directivos de RTVE piden nuevos ingresos y nuevas fórmulas para recaudar publicidad, ya que de lo contrario consideran que la actual Corporación está destinada al más absoluto fracaso.
En este sentido, el debate ni siquiera está abierto y a pesar de que las cadenas privadas están receptivas a aceptar más patrocinios no hay un acuerdo suficiente como para empezar a hablar del tema. Y mientras los presupuestos siguen con las mismas carencias y Diez seguirá teniendo problemas para estructurar una parrilla coherente. En TVE dicen que no hay dinero y que sin dinero no se pueden hacer mejores programas ni se pueden hacer tantos experimentos como en las cadenas privadas. Un problema con el que deberán lidiar al menos hasta fin de temporada porque no se ve un cambio en la financiación a corto plazo ¿El fin de TVE?