La presente edición del reality ha sido calificada como una de las más aburridas de la trayectoria del programa. El principal aliciente de esta temporada eran los secretos de los concursantes, pero en cuanto fueron revelados se perdió todo el interés. Es por eso que ‘Gran Hermano’ ha cambiado su estrategia para intentar remontar el vuelo. La semana pasada, recurrió a la ´repesca’, donde dos pesos pesados como Raquel y Maite luchaban por volver a Guadalix. Claramente ganó la primera, que podía dar más juego dentro, donde había dejado a su gran amor y a un montón de enemigas.
También parece que el formato reescribe las normas a su antojo. De repente se sacó de la manga un nuevo concursante, Ricky que consiguió lo impensable: poner a toda la casa de acuerdo en que es persona non grata. Y si eso no fuera suficiente, ‘Gran Hermano’ volvió a romper las reglas al comunicarle a uno de los nominados por primera vez que estaba salvado dos días antes de la noche de expulsión. Posiblemente para darle más vidilla al reducto presentado por Jordi González que se enfrentaba al partido de Champions y a la presencia de Pablo Iglesias en ‘El Hormiguero’. Finalmente, el elegido fue Vera, con un 1% de los votos, dejando a Marina, Suso, Amanda y Ricky en la cuerda floja.
Y ‘Gran Hermano’ ha continuado con el juego en su novena gala dando un giro inesperado a la noche de expulsiones. Los cuatro nominados esperaban la resolución de las votaciones, cuando Mercedes Milá anunció que Marina y Amanda podían volver con sus compañeros. Pero en realidad, no estaban salvadas aunque ellas todavía no lo sabían. Todo dio un giro cuando se supo que los porcentajes más bajos pertenecían a Suso y a Ricky, mientras que Amanda conocía su expulsión mientras se encontraba en la casa, ante la incredulidad del resto.
Pero esta semana ha estado marcada principalmente por el reencuentro entre Suso y Raquel. Una relación marcada por los altibajos, las peleas, las reconciliaciones, una cena romántica, una hora sin cámaras y, sobre todo, muchos celos, por parte de Suso al ver a Ricky tontear con su chica y también de Raquel cada vez Sofía se acerca a su hombre.
Y es que ‘Gran Hermano’ ha vivido varias peleas de gatas en los últimos días. Amanda y Marta, enemigas acérrimas, han visto como su relación continuaba empeorando y aumentaban los insultos tras la prueba semanal. También Marta las tuvo con Raquel, llegando casi a las manos y, aunque hubo un acercamiento, todo ha seguido igual en ambas. No obstante, no sólo en la casa se han vivido grandes enfrentamientos. En el plató la primera desalojada, Maite se refirió a un presunto escarceo de Raquel durante su expulsión, lo que no le sentó muy bien a su madre allí presente e incluso Mercedes Milá tuvo que intervenir.
La original pareja formada por Han y Aritz también han tenido lo suyo. De los arrumacos y ‘juegos de batalla’ han pasado a pelearse de nuevo por la comida. Una amistad con mucho roce que se encuentra a los límites del amor/odio pero que ofrecen los mejores momentos del reality.
‘Gran Hermano’ ha ofrecido una gala totalmente inesperada donde nada era lo que parecía. Una nueva vuelta de tuerca que puede funcionar a la hora de ofrecer al público algo nuevo, rompiendo con esa estructura estática de la noche de los jueves y continuando con esa dinámica de misterio por la que ha apostado el formato en su 16ª edición.