TV3 ha vivido en los últimos meses envuelta en la polémica. Su explícito apoyo al independentismo, la emisión de la publicidad del 1-O prohibida y la controversia por su intervención o no a raíz de la aplicación del artículo 155 han sumido a la televisión pública catalana un declive que tiene pinta de continuar en el año que acabamos de comenzar. Los 167 millones de euros que le reclama el Ministerio de Hacienda a la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) por un cambio de criterio respecto al IVA de las subvenciones recibidas de la Generalitat del 2015 al 2017 pondrá en duras dificultades económicas a TV3 y la cancelación de parte de su parrilla ya está sobre la mesa.
Así lo ha afirmado su director, Vicente Sanchis, que ha explicado en una entrevista en RAC1 que la decisión de Hacienda provocará graves consecuencias tanto en la televisión como en la radio públicas catalanas. Sanchis ha apuntado que la Corporación contará con 30 millones de euros menos de presupuesto si “no hay un nuevo Gobierno que apruebe unas partidas presupuestarias extraordinarias”. Esto provocará cambios en su parrilla como ya ha ocurrido con la reciente cancelación del formato Tarda oberta que conducían Ruth Jiménez i Vador Lladó y que no volverá tras las Navidades.
En este sentido el máximo dirigente de TV3 ha puesto en alerta a las productoras asociadas externas, porque serán ellas las más perjudicadas con la cancelación de programas. Vicente Sanchís ha acusado directamente al Gobierno Central de intentar hundir a la televisión pública catalana por otras vías diferentes a la aplicación del 155 y ha puesto de relieve la destrucción que supondrá para el sector audiovisual de dicho territorio. La idea inicial es que estos drásticos cambios se empiecen a producir de manera evidente en marzo y abril.
TV3 se encuentra desde el pasado verano en el punto de mira de la opinión pública tras la explosión del movimiento independentista y que terminado con la celebración de nuevas elecciones autonómicas el pasado 21 de diciembre. De hecho, la cadena pública catalana terminó con polémica el año tras elegir a un independentista ‘radical’ Quim Masferrer como conductor de sus Campanadas junto a Ruth Jiménez. El presentador no dudó en defender la deriva soberanista abiertamente, en pedir la excarcelación de los dirigentes del Govern en la cárcel o de criticar la implementación del 155 en el territorio catalán.
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