Toni Cruz es uno de las personas más importantes que ha pisado la industria audiovisual español en los últimos 20 años. Entre sus innumerables creaciones destaca OT, el formato que marcó una época a principios de siglo y que resucitó hace dos años en TVE gracias, tal y como apunta, a un casting conformado “sin prisas” y al uso de las redes sociales. Además de analizar el regreso del concurso, el exdirectivo de Gestmusic repasa las luces y sombras de uno de los espacios más populares de la historia de la televisión.
Muchos han sido los que han criticado a TVE por forzar la vuelta del programa sin dejar el suficiente tiempo entre edición y edición con el consiguiente desgaste que esto supone. En palabras de Cruz, OT “necesita un poco más de espacio, no puede ser un continuo. Se ha visto en esta edición: había gente buena pero la primera se la ha comido. Yo creo que la tercera estará bien, han dejado más tiempo”.
Con respecto a la pérdida de ingenuidad de los integrantes de OT 2018, el catalán recuerda que “pasó exactamente igual que en OT 2”. ¿Y cuál es la receta que no vuelve a ocurrir en la nueva edición? “Pegarles hostias mentales y decirles que esto no funciona así. En OT 2, mucha gente se quedó en el camino porque pensaba que (por entrar en el concurso) ya había triunfado”, remarca.
Echando la vista atrás, Toni Cruz huye del término ‘juguetes rotos’ para hablar de los concursantes del programa: “El problema de OT es que la gente quiere hablar de ‘juguetes rotos’ y solo quiere hablar de ‘juguetes rotos’ cuando se trata de música pero cuando la gente sale de la universidad y le pasa lo mismo. Hay ‘juguetes rotos’ por todas partes. De 180-190 participantes de OT que ha habido, el 93% vive de la música”.
Además, el comunicador destaca las dificultades que tuvieron que afrontar los participantes de la primera edición, para los que todo era nuevo. “Los concursantes de OT 1 no entendían nada, no sabían la repercusión que estaban teniendo fuera porque les engañábamos. Les decíamos ‘no, no, está yendo bien pero…’. Ahora, llegó un momento en el que, cuando las calles de la Academia se llenaban de gente, era muy difícil explicárselo”, rememora, indicando que “eso ha cambiado, ahora ya sabemos que funciona que entren en las redes y hablen con la gente”.
Esa bisoñez también afectó al equipo técnico. “Nadie sabía lo que iba a pasar ni lo que íbamos a hacer. El formato había estado encerrado en un cajón durante tres años”, relata, explicando que “rondó por TVE y Telecinco” pero no obtuvo luz verde hasta la entrada “de un gran tipo como Álvaro de la Riva” en la Corporación.
“Al cabo de un mes de salir de OT 1, se nos cayó encima a todos”
Cuestionado por el mayor acierto de OT 1, Cruz explica que ya querían “hacer una Academia cuando hacíamos Lluvia de estrellas. Pensábamos: ‘si pudiéramos enseñarles, les tuviéramos una semana con nosotros, les explicásemos cómo se canta… Sería fantástico’”. Pero no fue hasta la aparición de Gran Hermano cuando Gestmusic se atrevió a dar el paso: “Nos presentaron GH en Holanda y pensamos ‘el jefe ha enloquecido’ pero el tío era un visionario y, cuando vimos cómo funcionaba, dijimos ‘aquí está pasando algo’”.
“Empezó a triunfar un poco en Holanda y vino a España. Automáticamente, nos miramos y dijimos ‘ya está, en lugar de eso, les damos clase de música e inglés, les ponemos en forma…’. Y todo eso lo llevamos a un show musical que cada semana tenía que ser diferente y en directo”, completa el exdirectivo, que presume del “orgullo” que supuso crear el programa.
Pero no todo fue un camino de rosas. “Al cabo de un mes de salir de OT 1, se nos cayó encima a todos. Presiones por todos lados, la calle donde los teníamos viviendo después se llenaba de jóvenes durmiendo y acababa colapsada… No estábamos preparados para tener aquello. Tuvimos suerte de meter a grandes profesionales en la Academia, mi preocupación más grande era quién iba a enseñarles”, señala, confesando que “la escuela funcionaba como un tiro, fue uno de los grandes aciertos”.
El programa se ha ido adaptando a los nuevos tiempos que le ha tocado vivir, tanto a nivel social como audiovisual. “La misma evolución que tienen los chavales la tiene que tener el formato. Los jueces no degradaban a nadie, estaba prohibido y era el momento que tuvo más audiencia, no hizo falta ningún espectáculo. Eso ha ido cambiando, (con la popularización de los jurados en televisión) cada vez es más difícil encontrar gente limpia, últimamente me encorajinaba porque algunos lo utilizaban para encumbrarse ellos en vez de estar al servicio de los concursantes”, apunta.
Sobre el salto a Telecinco: “OT nunca tendría que haberse ido de TVE”
Y, ahora, una de las preguntas del millón: ¿fue un error que el programa saltase a Telecinco? “OT 1 tuvo ofertas para irse a otras cadenas”, explica Toni, que opina que “OT nunca tendría que haberse ido de TVE, tenía que haber descansado, volver al cabo de unos años y todo eso. Era el sitio perfecto. ¿Qué pasa? Cada mando de televisión que entra hace bueno al anterior. No sé quién había en ese momento en TVE pero no trataba bien al formato”.
“El caso es que llegó un momento en el que dijimos ‘nos tenemos que ir’ porque van a matar al programa. Al cabo de un año, se lo ofrecimos a Telecinco y volvió a resurgir. En Telecinco se terminó por otras cosas, ahí ya entra una dinámica de cadena contra productora con intereses dentro de Endemol… El error de Endemol fue venderse a productoras, fue un desastre, porque entraron bancos…”, sentencia.
El que fuera responsable de Gestmusic también tiene palabras para los diferentes presentadores que han conducido el formato a lo largo de su historia. “Carlos Lozano era un señor que estaba en TVE presentando ‘El precio justo’ y nos lo ofrecieron. Veníamos todos de nuevas, ya habíamos trabajado con él, nos gustaba como lo hacía y aceptamos. Empezó a hacerlo bien pero se fue creyendo un hermano mayor y cuando tú rompes el cristal y te acercas demasiado a la gente, ya no puedes verlo en panorámico”, comenta, matizando que “lo hizo bien durante los tres años”.
“Cuando nos fuimos a Telecinco, tenían al que yo considero el mejor presentador de España, Jesús Vázquez. Se involucra con los temas hasta cierto punto, se sabe de pe a pa todo lo que tiene que hacer, se aprende el formato y lo defiende hasta el final. Se trasladó Jesús a Cuatro, no me preguntes por qué pero con mi cabreo, y protestamos”, prosigue, aunque sus quejas no sirvieron de nada, ya que Mediaset decidió seguir adelante con el movimiento.
¿Y Pilar Rubio? “Yo había trabajado dos veces con ella y lo hizo bien pero eran presentaciones, nunca había llevado un destructor. Dijimos ‘no hagáis eso porque le hace falta curtirse más’ pero Telecinco respondió que no… Se hizo y ahí se terminó. Había otras cosas, eh, presiones de otro tipo que no puedo contar. No era mala presentadora pero era un formato demasiado grande”, responde.
Para terminar, Risto Mejide. “Tras el conflicto con Jesús decidimos terminar, no puede ser que un jurado dijese esas cosas. Era homófobo y sexista. Yo creo que era por el protagonismo, ha reconocido alguna vez que se pasó. Dice que yo le despedí pero no podía ser porque él era de la cadena, que fue la que lo sacó”, señala, remarcando que “yo no hablaba con Risto”.
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