Futura abre sus puertas este lunes a partir de las 22:45 horas. Antena 3 estrena 45 revoluciones, su nueva ficción junto a Bambú Producciones que aborda la industria musical y discográfica durante los años sesenta. Dentro de este maremágnum de sentimientos y aventuras, Carlos Cuevas se mete en la piel de Robert Aguirre, una promesa del rock que tendrá que vencer mil y un obstáculos para hacer realidad su sueño de triunfar en la música.
Cuevas explica que la ficción cuenta con “una propuesta estética muy concreta”, ya que “tiene unos looks muy guays y un acompañamiento musical muy innovador, lo que ayuda mucho a la narrativa de la serie”. “No solo es una oda estética sino que todo va a favor de la historia y de seguir a tres personajes que tienen unas vidas muy ricas y unos conflictos muy potentes”, apunta.
El catalán también destaca el gran nivel actoral que poseen los intérpretes que participan en la serie, explicando que se trata de “actores con una verdad brillante que se salen de muchos cánones gastados”. Carlos remarca especialmente el buen trabajo realizado por Guiomar Puerta e Iván Marcos, los otros dos integrantes del trío protagonista: “Son brillantes, son dos actores muy intuitivos, rápidos e inteligentes. Tienen mucha sensibilidad y generosidad trabajando”.
Con respecto al rodaje, Cuevas subraya que el equipo ha sido como una “familia”. “Nos hemos escuchado, nos hemos respetado, todas las ideas se han tenido en cuenta y eso es algo que me gusta porque, aunque hayan sido desestimadas, el simple hecho de interesarte por la opinión de un compañero ya dice mucho de la implicación con el proyecto”, añade.
“En la serie se habla del miedo, la censura y la represión que había en el franquismo”
Cuestionado por los puntos en común que tienen el negocio discográfico y el audiovisual, el actor responde que ambas están conectadas, ya que son “las plataformas que están detrás de un conjunto de artistas para proyectar sus carreras al mundo”. “En 45 revoluciones hemos podido ver los entresijos de la industria musical, desde cosas que no son agradables hasta sectores que son realmente esperanzadores”, anota.
45 revoluciones se ambienta en la década de los sesenta y, al contrario que otras ficciones de época recientes, esta sí aborda la realidad política, social y cultural de la época: “No deja de sorprender lo difícil que era ser artista o un ciudadano libre bajo las garras de una dictadura. En la serie se habla del miedo, de la censura, de la represión… No es la trama protagonista pero es el telón de fondo y van apareciendo tramas que te recuerdan que no era una democracia ni una sociedad libre, sino una puta dictadura. Es difícil imaginarte en los sesenta queriendo hacer una música que se sale del contexto y con gente que te amenaza detrás y que puede acabar con tu carrera”.
Pese a que interpreta las canciones que suenan en la serie, Carlos Cuevas descarta seguir con su carrera musical más allá de 45 revoluciones. “No me veo porque soy actor. Me ha tocado interpretar a un personaje que es cantante y lo hago encantado, disfruto y me lo paso bien, pero mi carrera musical se acaba con esta serie, le tengo mucho respeto a la música”, desvela, explicando que el proceso detrás de la grabación de los temas ha sido complicado, “no es tan fácil como subirte a un escenario y cantarlas”.
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