Los lunes, Antena 3 suena a 45 revoluciones. Una de las responsables es Guiomar Puerta, que interpreta a Maribel en la nueva ficción de la cadena de San Sebastián de los Reyes, que también cuenta con intérpretes como Carlos Cuevas o Iván Marcos, para los que solo tiene palabras de agradecimiento: “Son maravillosos, estamos todo el día juntos y he aprendido mucho de ellos”.
La buena química entre el trío protagonista es palpable tanto dentro como fuera de la serie, algo básico en una ficción como 45 revoluciones. “Estamos juntos en casi todas las secuencias, así que era un combate mano a mano todo el rato. Durante el rodaje hicimos una familia, somos una especie de compañía teatral, lo cual hizo todo mucho más fácil”, destaca.
Eso sí, el resultado final tiene poco que ver con lo que se planteó durante el inicio del proyecto. “Cuando me confirmaron que me habían dado el papel, me pasaron un primer guion con el que empezamos a ensayar. Un día, en las oficinas de Bambú, entró Ramón Campos, nos dijo que nos olvidásemos de aquel guion porque había cambiado completamente y nos entregó uno nuevo”, recuerda, indicando que se trató de “un cambio a mejor”, ya que “todas las tramas pasaron a girar en torno al trío protagonista”.
Ante la saturación de series que existe en estos momentos, las ficciones han pasado a verse obligadas a contener algún elemento diferencial para desmarcarse del resto. En el caso de 45 revoluciones, Guiomar opina que se trata “de algo completamente diferente a todo lo que hay, ahora mismo en España no existe ninguna serie así en cuanto a forma, ritmo y contenido”.
“A la gente también le gusta ver a actores que no son los de siempre”
Otro de los aspectos que la actriz pone en valor es el hecho de que ninguno de los tres protagonistas estén interpretados por megaestrellas, lo que renueva el manido catálogo de actores pese al riesgo que supone de cara a los datos de audiencia: “Es un soplo de aire fresco para la ficción, somos caras no muy conocidas. Me imagino que a la gente también le gusta ver a actores que no son los de siempre”.
Cuestionada por cómo ha sido la inmersión en la década de los sesenta, Guiomar explica que se preparó el papel “investigando mucho, leyendo, viendo documentales y hablando con gente sobre cómo era ser mujer en ese momento”. “Era muy complicado porque no podías aspirar a tener una carrera profesional”, añade, indicando que “interpretar a este personaje me lo he tomado como un homenaje a todas esas mujeres que comenzaron a tomar las riendas de su vida y a exigir poder y responsabilidades”.
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