El Alavés-Rayo Vallecano, que cerró anoche la 21ª jornada de LaLiga, prometía ser un encuentro tranquilo cuyos grandes alicientes eran ver si el equipo vasco mantenía su buena racha en casa y si el conjunto franjirrojo conseguía salir del descenso. Pero todo cambió en los primeros minutos del partido, cuando la realización del encuentro, que se emitía a través de Gol, obvió un detalle importante, lo cual enfureció a los seguidores de ambos clubes.
Desde que LaLiga decidiese ampliar la jornada y programar encuentros los viernes y los lunes para así llegar a más mercados y sacar un mayor beneficio económico, los aficionados han mostrado en múltiples ocasiones su descontento con esta medida, ya que se sienten perjudicados y ninguneados por la organización del torneo.
Además de las protestas a través de las redes sociales y los cánticos en los campos, una de las formas que han encontrado los hinchas para expresar su malestar ha sido entrar varios minutos después al estadio. Esta fue la idea que acordaron los aficionados de Alavés y Rayo, que se organizaron para ingresar en Mendizorroza en el minuto 5 como protesta ante este horario al que tildan de “clandestino”.
El plan fue seguido por gran parte del público, lo que vació el estadio en los primeros compases del encuentro, como se puede comprobar en la imagen anterior. Para combatir la protesta, la realización del partido (que corre a cargo de Mediapro, propietario de Gol) decidió ajustar su plano al césped y no enfocar a las gradas, para que así los espectadores no vieran la acción. Pero su estrategia ha tenido el efecto contrario, ya que las redes sociales se inundaron de comentarios afeando el gesto e, incluso, Juanma Castaño abordó el tema en El partidazo (COPE).
“Lo que ha hecho la realización televisiva de LaLiga es no enfocar durante esos minutos la zona de la grada; es decir, se veía el partido a través de una toma un poco extraña porque lo que veías era solo el césped y la valla de publicidad. Cuando ha entrado la gente, se ha cambiado al plano normal. Esto no es otra cosa que la política editorial de LaLiga”, aseveró Castaño, a lo que Roberto Palomar añadió que se trataba de “censura y propaganda”, ya que “le hurtan al espectador una parte de la realidad”.
“Qué dura va a ser la batalla de contar las cosas que pasan sin pasar por su filtro”, apuntó Castaño. Por su parte, Joseba Larrañaga recordó que Javier Tebas explicó hace unos días en El partidazo que los periodistas que están a pie de campo que pregunten cosas “fuera del manual” al acabar los encuentros no volverán a ocupar esta posición. “Se está entrando en una dinámica muy peligrosa, de Goebbels”, aseveró el colaborador.
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