Megan Montaner regresa este lunes a la televisión de la mano de La caza. Monteperdido, la nueva serie de La 1. La oscense se mete en la piel de Sara Campos, una sargento de UCO que llega a Benasque (Huesca) a investigar el regreso de una niña que desapareció junto a otra joven cinco años atrás.
Pese a la confianza que transmite, la actriz reconoce que tenía “muchísimo miedo” al leer el guion, ya que “no sabía si iba a ser capaz de hacerlo”. “Recuerdo perfectamente que, al terminar el primer día de rodaje, le dije al director que no sabía si iba a poder terminar la serie”, revela, indicando que se trata del personaje “más duro” que ha interpretado en su carrera profesional.
Para prepararse el papel, Montaner acudió a la UCO, una experiencia que tacha de “alucinante”. “Tuve que pararme en las escaleras de mi casa para respirar después de estar hablando durante cuatro horas con ellos. Me preguntaba cómo podían ver esa cantidad de atrocidades, hablar con asesinos, con familias a las que les han pasado cosas… He ejercido como sargento en esta serie pero no podría estar jamás en ese pellejo, es muy brutal las cosas que contaban”, remarca.
Megan es consciente de que La caza. Monteperdido no es el primer thriller sobre desapariciones que se emite en los últimos tiempos pero considera que “el modo en el que ha sido grabada” puede ser clave a la hora de diferenciarse de otras ficciones del mismo corte. Además, la actriz indica que su personaje “no es el estereotipo de sargento, lo hemos hecho bastante empático”, lo que podría ayudar al espectador a entrar mejor en la serie.
Sobre Aria Bedmar: “Tiene un talento innato, hay algo que brilla dentro de ella”
Con respecto a su personaje, Montaner destaca que “es muy hermética. No es nada social, más allá de su compañero Santiago, que es al único al que le deja ver un poco de ella”. Este fue uno de los rasgos que más le costó interiorizar a la actriz, que hace de la energía su bandera. “En el tema físico, ella no se mueve apenas y siempre está muy recta pero yo estoy todo el rato moviéndome como pollo sin cabeza”, ejemplifica.
A la hora de hablar de sus compañeros de rodaje, la intérprete se deshace en elogios: “Hemos conectado muy bien, tengo unos compañeros con tanto talento que no te podías permitir bajar la guardia en ningún momento y eso también te nutre a ti”. Entre todos los profesionales que actúan en la serie, Megan destaca el buen trabajo de Aria Bedmar, de la que asegura que “tiene un talento innato, hay algo que brilla dentro de ella”.
Por último, la actriz valora la tendencia de exigir a los actores un mínimo de seguidores en sus redes sociales a la hora de contratarles: “Tengo una guerra interna con ese tema que no te puedes ni imaginar. Es triste porque hay mucha gente con una calidad excepcional que, por no tener likes, no tiene oportunidades. Para otros, es una oportunidad de enseñar lo que pueden hacer pero cuando has visto a tanta gente a tu alrededor que no tiene esas oportunidad simplemente por los likes…”.
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