Roberto Leal ha conseguido una de las proezas más complicadas dentro del negocio televisivo: ligar su nombre a un formato de éxito. La vinculación del nombre del presentador con OT da muestras de la gran labor que ha realizado el andaluz al frente del talent, que se encuentra estos días en pleno regreso a TVE tras un año de descanso. “Como fan del programa, tenía ganas de que llegase el formato con todas las novedades. Creo que va a ser una edición bonita y diferente”, asegura el comunicador, siempre sonriente.
Pese a que afronta su tercera edición como presentador de OT y su solvencia como maestro de ceremonias está más que garantizada, Leal remarca que se trata de un formato que está vivo y cuya imprevisibilidad forma parte del espectáculo. “Antes me decían ‘no, es que tú ya lo tienes de la mano’ pero este programa se te va de las manos en el minuto 1 por cualquier cosa, algo técnico o algo personal que pueda pasar”, asegura, recalcando que “el público viene a pasárselo bien aunque hay veces que es complicado controlarles pero también es parte del espectáculo, si estuviesen aquí como maniquíes el programa sería un aburrimiento”
El de Alcalá de Guadaira remarca que se enfrente a esta nueva temporada “con la misma ilusión y con ganas de renovarme”. “La naturalidad que hemos tratado de tener desde el principio no se va a perder porque las mentiras en la tele tienen poca salida. Lo que me ha enseñado es que, en el momento en el que empiezas a ser quién no eres, se te ven las costuras y eso salta”, asevera, destacando que su estancia al frente del talent le ha enseñado “a relativizar lo bueno y lo malo”.
Tras las palabras de Tinet Rubira, que señaló que OT 2020 debería prescindir del paternalismo y el colegueo que había marcado la anterior edición, muchas miradas se posaron en Leal pero el comunicador tiene claro cuál debe ser su papel dentro del programa: “Si quisieran a alguien que tensione las galas, lo tendrían. Yo no puedo cambiar mi forma de presentar porque no sé hacerlo aunque, si hay algún momento de tensión, lo sacaré de la mejor manera posible. Si hay un momento de tensión, trataré de estar a la altura pero siempre dando un paso atrás. Esto se te va de las manos rápido, por eso es bonito el programa”.
Sobre su relación con lo exconcursantes: “Me siento representado en lo bueno que les pasa”
Cuestionado por su relación con los concursantes de OT 2017 y OT 2018, Roberto Leal sonríe y muestra su orgullo por los logros que han ido alcanzando: “Me siento parte de su familia. Por mucho que les vaya bien, cuando nos hemos encontrado, se convierten de nuevo en lo que eran hace uno o dos años. No es que me sienta su padre o su tutor pero me gusta seguir sus carreras porque, como para ellos esto fue un punto y aparte, me siento representado en todo lo bueno que les está pasando”.
En los últimos tres años, el andaluz se ha consolidado como una de las grandes estrellas de TVE. Tras demostrar su buen hacer, primero como reportero y después como presentador, en España directo, Roberto supo aprovechar la oportunidad que le dio la cadena pública con OT. Desde entonces, el comunicador ha comandado espacios como Vaya crack, La mejor canción jamás cantada o Bailando con las estrellas, lo que le ha llevado a hacerse un hueco en las casas de los espectadores.
Pese al gran momento profesional que atraviesa, Leal sorprende al revelar que no ha recibido oferta alguna de la competencia. En su opinión, este desinterés de las cadenas rivales se debe a que su imagen está muy ligada a TVE, una creencia que de la que se siente orgulloso: “Entiendo que me ven ligado a la marca. Estoy feliz en TVE, creo que OT es un formato que tengo que hacer y me siento bastante querido aquí, la confianza y el cariño son mutuos”.
Por último, Roberto quita hierro al emotivo momento que protagonizó durante las Campanadas al recordar a su padre, que había fallecido escasos días antes: “En este oficio, si te pasa algo así se magnifica porque tienes que dar la cara pero no he hecho nada excepcional que no haya hecho una persona a la que se le haya muerto su padre, a los cuatro días tienes que volver a trabajar. Fue especial para mí”.
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