Los editores de prensa españoles están en pie de guerra contra el todopoderoso ‘The New York Times’ tras la publicación del polémico artículo en que se dejaba a los principales diarios tradicionales del país como unos meros objetos serviles de las empresas y de los políticos. Según hemos podido saber entre los principales diarios hay una profunda indignación con la cabecera estadounidense a la que se le acusa de no contrastar y de sólo recoger los testimonios de periodistas y actores interesados. Este descontento ha sido canalizado por Juan Luis Cebrián que ha logrado arrancarles una declaración institucional contra el diario de EE.UU.
Este descontento tiene varias formas. La primera ha sido la salida de Miguel Ángel Aguilar de ‘El País’, al que desde dentro del diario se le califica de desleal por verter opiniones en el artículo que ponían en duda la objetividad y la credibilidad del diario. Esta mañana tampoco se ha encartado el NYT en las páginas de ‘El País’ lo que se ha interpretado como una nueva pataleta de Juan Luis Cebrián que no perdona la afrenta.
Pero Cebrián no se ha quedado ahí. Ha presionado a la AEDE, la patronal de los diarios, para que lanzase una declaración institucional en nombre de todos los diarios de España. Como su consejero delegado José Luis Sáinz es el presidente de la AEDE no le ha sido difícil convencer a Unidad Editorial y a Vocento, los otros dos principales asociados para que lanzacen todas sus armas contra el poderoso diario estadounidense.
De esta manera, a última hora de la tarde, han enviado un comunicado institucional indicando que en NYT ‘se hace una caricatura de la realidad informativa’. Y agregan que ‘AEDE defiende la libertad de prensa en España, un país caracterizado por la pluralidad mediática, en el que continuamente están naciendo nuevos medios de comunicación con líneas editoriales variadas. Además, destaca los numerosos casos de corrupción política y empresarial que las principales cabeceras españolas han destapado en los últimos años’.
De esta manera, los editores de prensa españoles reivindican su labor informativa ‘y ponen en valor la investigación y la rigurosidad por las que se rigen sus redacciones para actuar como conciencia crítica del poder. Una misión que ha sido especialmente notoria durante los años de crisis, cuando el cuestionamiento de las estructuras tradicionales ha sido especialmente intenso por parte de los medios de comunicación’.
Según los editores –presionados por Juan Luis Cebrián, dueño de ‘El País’, probablemente el diario que ha salido peor parado de este reportaje– ‘el artículo no describe la realidad’ y lo encuentran ‘desafortunado y lleno de convencionalismos sin contrastar’, algo ‘particularmente sorprendente en un medio de tanto prestigio’. Recuerdan que ‘la libertad de prensa goza de muy buena salud y lo demuestran los más de 17 millones de lectores fieles que eligen la prensa como el mejor medio para informarse’.