Juan Abelló no está para guerras mediáticas. Entró en el chiringuito de José Miguel Contreras, Imagina, dorar la píldora a Rodríguez Zapatero y a Miguel Barroso, pero la aventura le ha sacado a la luz y le ha situado en prera línea mediática, un terreno poco proclive para los hombres de negocio que, como él, presumen de discreción absoluta. Lo cierto es que no quiere poner un euro más, y que la próxa ampliación de capital que debe acometer la compañía para hacer frente a los pagos el fútbol televisado, ha sido el detonante para que Abelló se plante. El empresariocazador de elefantes no aguanta más y ha sacado a relucir una cláusula del contrato según la cual Imagina debe recomprarle sus acciones a precio de mercado si Inversiones Torreal decide vender antes del próxo 31 de diciembre. Pero, claro, lo dice con la boca pequeña, para no incomodar. Y ya es tarde.
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