- EXCLUSIVA PR La permanencia del recién asumido director de ABC tiene fecha de caducidad. Diversas fuentes consultadas pr indican que Rubido no cuenta con la confianza de Vargas ni de Vara, lo que ha llevado al consejo a realizar un incesante búsqueda de su sucesor.
Bieito Rubido asumía la dirección de ABC la prera semana de septiembre. Lo hacía a marchas forzadas después de que José Manuel Vargas lograra forzar la salida de Ángel Expósito no sin tener problemas con el Consejo de Administración de Vocento. Bieito, un hombre de la casa y fiel al complejo entramado de familias que componen el grupo vasco, era la solución de emergencia para evitar un vacío de poder organizativo en pleno comienzo del nuevo curso y para además emprender una lpieza final de los históricos de la casa. Esto sin sin quemar al futuro Director.
Cumplida esta meta, en Vocento casi de inmediato se han propuesto buscarle un sustituto y más aún después de ver su comtamiento durante las preras semanas al mando del periódico. Las informaciones llegadas hasta pr indican que Rubido no manda, no se plica en el día a día y sólo es un tavoz de las decisiones estructurales que se toman sin su consentiento.
Esta aparente apatía se justifica que Rubido sabe que su puesto es temal y prefiere no molestar ni incomodar a sus jefes a la espera de que llegue su jubilación dorada en algunos meses, ya sea en formato de indemnización millonaria o como una ascenso honroso en algún cargo de poca tancia, pero mucho nombre.
¿Sustituto? Este es el principal problema en estos momentos ya que no es fácil encontrar un periodista de renombre que quiera asumir la patata caliente de ABC y más sabiendo que deberá ser fiel a los designios de José Manuel Vargas y José Alejandro Vara. Vargas sabe que Vara es el hombre adecuado para dar forma a su proyecto, pero el director de publicaciones –el gestor de ABC en las sombras es resistido en el Consejo de Administración, en particular los Luca de Tena, lo que bloquea de momento cualquier nombramiento.
La tarea no es fácil, pero es una meta que se han propuesto los gestores de Vocento, como muy tarde para el prer trestre de 2011.
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