Ante la repercusión social y mediática que ha adquirido la querella presentada mí contra Manuel Soriano, director general de Telemadrid, quiero hacer constar lo siguiente. Me ratifico en todos y cada uno de los hechos relatados que obra en poder del juez…
Ante la repercusión social y mediática que ha adquirido la querella presentada mí contra Manuel Soriano, director general de Telemadrid, quiero hacer constar lo siguiente. Me ratifico en todos y cada uno de los hechos relatados que obra en poder del juez. Este episodio me está afectando profesional y personalmente ; y en la actualidad me encuentro sometida a tratamiento médico antidepresivo. Lo que me ha movido a dar este paso es el intento de salir de la crisis emocional en la que me ha sumido Manuel Soriano. El sólo hecho de pronunciar su nombre y pensar que podría encontrarlo en el puesto de trabajo, me desestabiliza todavía más.
Se trata de una decisión muy meditada, íntamente, personal y desligada de cualquier interés político y mediático. Esta decisión no está fundamentada en odio ni en deseos de revancha, aunque estoy plenamente convencida de que Manuel Soriano, en su defensa, utilizará todos los medios que tenga a su alcance para desprestigiarme, restar credibilidad a la denuncia y tratar de hundirme más, si cabe. Juro que todo cuanto se expone en la denuncia es cierto, como cierto también lo es el estado de permanente ansiedad en el que me encuentro. Por eso, y la defensa de mi propia dignidad como persona y trabajadora me veo, lamentablemente, en la obligación de denunciarlo. Tampoco que esas consecuencias pudieran revertir en mi contra las maniobras de Manuel Soriano, pero lo que no puedo hacer más tiempo es callar y dejar, que este hombre, salga pune o pueda seguir intidándome.
Lo único que deseo es el reconociento de la verdad y liberarme del miedo que supone el solo hecho de pensar que regreso al trabajo. La inestabilidad, desasosiego, el estado de tensión y depresión continua, al que me ha conducido Manuel Soriano, me está afectando física y psíquicamente, me pide una relación normal con mi entorno y siento que me ha robado un período de mi vida que no voy a recuperar. Espero y deseo, sin embargo, poder olvidar cuanto antes. Yo no pido, ni tengo qué hacerlo, la disión de Manuel Soriano como Director General de Telemadrid. Esa no es mi función, pero apelo a Esperanza Aguirre en su doble condición de mujer y de Presidenta de la Comunidad de Madrid a que considere de máxo interés este desgraciado asunto. Doy gracias a todas las personas que, estas semanas, me han prestado ayudo con el único interés de apoyarme para salir del pozo al que Manuel Soriano me arrojó y recrino con firmeza a todos aquellos que, conociendo los hechos, los ha ocultado o han maniobrado estos días para que no vieran la luz .
Noelia de Val Curiel
Madrid, 9 de junio de 2005
