Callejear el rastro madrileño de
Pero en la trastienda alberga en el que es el despachooficina de su propietario un autentico museo dedicado a recordar a dos ciudades que un día fueron españolas: Villa Sanjurjo y Alhucemas.
Desde ceniceros, fotos de la vida cotidiana de las dos ciudades, sus edificios más singulares, así como de las unidades coloniales del Ejército Español y de los militares más característicos de la época, ejemplares de prensa editada allí nos lleva a esa época.
Los recuerdos que sobre las dos ciudades ha ido acumulando Manuel Palomo, dueño del estableciento, provienen de los que él ha ido recogiendo así como los que le han entregado otros españoles que nacieron en ambas ciudades, y que hoy constituyen