El discurso que Benedicto XVI pronunció en
‘En el conjunto de la universidad era una convicción indiscutida el hecho de que incluso frente a un escepticismo así de radical seguía siendo necesario y razonable interrogarse sobre Dios medio de la razón y en el contexto de la tradición de la fe cristiana’. Este es el epicentro del discurso que pronunció Benedicto XVI el miércoles pasado en la universidad de Ratisbona, el mismo escrito que ha causado la indignación de los más de 1500 millones de musulmanes que habitan en la tierra.
Aludiendo al diálogo que el docto emperador bizantino Manuel II Paleólogo tal vez durante el invierno del 1391 en Ankara mantuvo con un persa culto sobre el cristianismo y el Islam, recordó las razones las cuales la difusión de la fe mediante la violencia es algo irracional, puesto que Dios ‘no goza con la sangre’, y no actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios.
‘Muéstrame también aquello que Mahoma ha traído de nuevo, y encontrarás solamente cosas malvadas e inhumanas, como su directiva de difundir medio de la espada la fe que él predicaba’. Este fragmento se ha erigido como el epicentro de las críticas de los principales líderes musulmanes a su homólogo cristiano, una frase con la que el Emperador bizantino hacía referencia al tema de la yihad (guerra santa), presumiblemente siendo consciente de que en la sura 2, 256 está escrito: ‘Ninguna constricción en las cosas de la fe’, una sura del periodo inicial en el que Mahoma aún no tenía poder y estaba amenazado.
Sin embargo, los principales líderes musulmanes han exigido una rectificación parte del Sumo Pontífice, hecho que se produjo en la jornada de ayer durante el rezo del Ángelus en la residencia veraniega de Benedicto XVI, Castelgandolfo. Durante su alocución, el mandatario de
‘Estoy vivamente compungido las reacciones que ha suscitado un breve pasaje de mi discurso en
Por otro lado,
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