La farmacia española se ha volcado contra el proyecto de Ley de Sociedades Profesionales que ahora está en fase de tramitación rápida en el Congreso y que el próxo 7 de noviembre se verá las caras en la comisión.
Este texto, aunque no va dirigido de manera expresa a los farmacéuticos, quebrantaría el Modelo Mediterráneo y español de farmacia en una evidente incoherencia después de que el Gobierno defendiera dicho modelo en Bruselas. La ley actual regula los criterios de apertura en función de la población y la distancia, y considera al farmacéutico como un profesional independiente, sujeto a unas exigencias éticas y morales en beneficio de los pacientes y del interés general.
Este modelo permite, según Isabel Vallejo, presidenta de
Además rompería el binomio propiedad / titularidad que defiende la actual legislación, en el apartado 4 del artículo 103, cuando dice que “sólo los farmacéuticos podrán ser propietarios y titulares de las oficinas abiertas al público”. Con la nueva ley se da entrada a terceros no profesionales, lo que provocará una fuente de conflictos jurídicos.
Según Isabel Vallejo “con la nueva ley sería el capital quién determinara las normas de comtamiento, y no el farmacéutico; además cambiaría la naturaleza jurídica del titular y sería el juez quién decidiera y no el gobierno”.
Según ha comentado la presidenta del FEFE, “tanto el gobierno como los partidos políticos están siendo favorables a nuestro texto, lo que tenemos la esperanza de que esta ley no se apruebe definitivamente”.










