El Ayuntamiento de Madrid es pionero al recurrir a la informática para poner en marcha la campaña Un alcorque, un árbol con la que el ciudadano dispondrá de información puntual sobre las plantaciones.
Las nuevas tecnologías al servicio de la participación y la colaboración ciudadana para mejorar el medio ambiente, el entorno en el que los madrileños desarrollan su vida cotidiana. Una vez más, el Ayuntamiento de
A través de la web munadrid.es los madrileños pueden comprobar si un determinado árbol está incluido en el Plan de Plantaciones o, en caso contrario, solicitar desde esta página su plantación. “El objetivo no es otro que conseguir que no haya ni un solo alcorque vacío en las calles de Madrid”, ha dicho RuizGallardón, para quien la campaña es un ejemplo más de la política de transparencia plena en la gestión y conservación del arbolado que lleva a cabo su Gobierno.
Pero la idea de que allí donde exista un espacio reservado para un árbol, habrá un ejemplar va mucho más allá: el sistema también prociona a los técnicos del Ayuntamiento información sobre las incidencias de cualquier árbol que aún no hayan sido detectadas. El alcalde ha subrayado que las dos principales ataciones de esta campaña son, tanto, “mayor eficacia y mayor participación”. Aunque va dirigida a todos los ciudadanos, RuizGallardón ha hecho un especial llamamiento a los más jóvenes para que “esa concienciación y sensibilización medioambiental que promovemos se traduzca directamente en una mejora del entorno urbano”. En este marco, recordó, el Ayuntamiento desarrolla el proyecto Naturaleza Urbana, en el que 822 escolares colaboran en la localización de alcorques vacíos.
“Uno de elementos que permiten que Madrid ofrezca una alta calidad de vida a sus ciudadanos”, apuntó el alcalde, “es el excepcional patronio verde que acoge en su espacio urbano”. Sin contar las zonas verdes de la ciudad, sólo las calles y áreas públicas suman 300.000 árboles. Éste es uno de los principales activos de Madrid, que además de conservar hay que ampliar y potenciar.










