El buen balance del mercado publicitario en el últo ejercicio (2006) y la tendencia al alza del sector hacen que las previsiones sean muy optistas de cara al 2007. Pero no todos los medios tendrán el mismo creciento puesto que el consumidor final está descubriendo rápidamente las excelencias de nuevos modelos que pueden llegar a generarle beneficios tan sólo ver, escuchar o recibir publicidad. En este sentido la televisión, Intet y el móvil parece que serán los medios estrella que lideren el nuevo éxito de la publicidad cuando finalice el presente ejercicio.
En un país que cuenta con los mejores creativos (aunque todavía las ideas, como intangibles, no sean especialmente valoradas) es lógico pensar que se hace la mejor publicidad; tanto, se dispone de herramientas para que el mensaje que se quiere transmitir llegue en las mejores condiciones al consumidor final. Si bien es cierto que existe un abuso en la cantidad de minutos que dedican las televisiones de ámbito estatal al fenómeno publicitario, también es verdad que la calidad de los anuncios va creciendo y que ya se están desarrollando verdaderas joyas, obras de arte, que ‘obligan’ al televidente a consumir permanentemente un estilo muy refinado de persuasión.
Mucho ha cambiado el sector desde que el editor francés Théophraste Renaudot introdujera pequeños anuncios en sus ‘Feuilles’, editada el precedente de las agencias de publicidad ‘Bureau d´Adresses’. Pero en el año 1630 se trataba de la publicidad informativa. En el presente nos encontramos con la publicidad motivacional; aquella que intenta captar la atención tanto de forma consciente como inconsciente, la que se dirige a la razón y a la pasión de los receptores. Por tanto, qué mejor que transmitir los intentos persuasivos a través de programas que cubren las necesidades del televidente y que acaban con sus inquietudes. Los viejos trucos de dejar el mejor bocado para después de la publicidad ha dejado paso a la utilización directa de programas intocables publicitariamente como los informativos; la publicidad se adueña de todos los espacios y se desborda cuando realizamos el suble acto del zapping, o sea la huida de la publicidad. Ocurre que también existe el flipping o flipeo que es cambiar de canal cuando no nos interesa ver un programa determinado. Y aquí está el meollo del asunto: la mala calidad de los programas (no sé si está hecho aposta pero lo parece) te deja sólo ante una publicidad que destila arte, como dije anteriormente y que ha dejado de “molestar”. Muchas veces ocurre que los creativos son tan audaces que hay que saber interpretar en exceso el mensaje y eso ya queda para mentes de prer nivel que tienen suficiente capacidad; los demás tenemos que conformarnos con ver las excelencias del anuncio y dejar que la persuasión se adueñe de nuestro inconsciente. Siempre nos quedará echar mano del móvil para enviar el sms de turno e interactuar con la “caja tonta” que de tonta no parece tener mucho. La televisión, sin duda alguna, es la reina de la publicidad y mantendrá la pracía. En el 2007 llegarán con fuerza los canales de televisión Intet; el PSOE cuenta con el suyo propio pero queda poco para que los demás partidos políticos le sigan los pasos. Terra también apuesta la televisión en la red y aumentan la ofertas en canales digitales. Y qué decir del teléfono, del móvil y del fijo: las llamadas pagadas escuchar publicidad pueden desarrollarse de forma espectacular durante este año y parece que, en breve, los móviles de últa generación serán tan populares que todos llevaremos la televisión en el bolsillo o en la mano; la publicidad televisiva continuará siendo la referencia, sin duda alguna, en cuanto al éxito del mercado publicitario en España.
Francisco Roldán Castro
Presidente de
de Consultores Políticos (AESCOP)
