Todo apunta a que el caso de Marbella podría extenderse más allá de las fronteras malagueñas. El pasado verano el ‘Caso Malaya’ ya pasó tímidamente Madrid, con la putación del empresario de Las Ventas, Fidel San Román, un presunto delito de cohecho, tráfico de influencias y prevaricación. Existen sospechas de que la cuarta fase de la operación pueda llegar a la capital. Por lo visto el juez que instruye el caso, Miguel Ángel Torres, sigue tirando del hilo y son muchos los caminos que apuntan a que el caso pueda acabar en Madrid.
La constructora de los San Román opera en numerosos municipios del noroeste de la Comunidad desde hace varios años lo que no se descarta que el siguiente paso en la investigación del magistrado sea indagar el entramado del Grupo San Roman en municipios como las Rozas, donde aterrizó a mediados de los años 80 y se ha convertido en la principal empresa de la zona, responsable de aproxadamente el 70% de las actuaciones.
Un dato a tener en cuenta es el nuevo Plan General de Ordenación Urbana de Las Rozas, pendiente de aprobación definitiva, que supondrá la construcción de 7.556 viviendas nuevas y en el que, según fuentes del PSOE, San Román es la propietaria de cerca del 80% del suelo. El empresario ya estuvo relacionado con un presunto fraude que tuvo lugar en la capital: 2.300 familias compraron una vivienda en los municipios de Móstoles, Arroyomolino, Ciempozuelos, Valdemoro, Fuenlabrada, Leganés y Getafe creyendo que accedían a una casa libre, sujeta sin embargo a las condiciones de una de protección oficial.
Los terrenos sobre los que se construyeron los edificios fueron adquiridos la empresa Bitango, que los compró a la entidad Tifan, propiedad de Fidel San Román. Los inquilinos pagaron el precio de una vivienda libre cuando en realidad se trataba de una de protección oficial, lo que les pedía venderla o alquilarla posteriormente, tal y como se pone en este tipo de inmuebles. Las conexiones de esta presunta estafa con el empresario van más allá, ya que algunas de las entidades encargadas del proyecto son Sanedi y Edisan, propiedad de San Román.
Recordemos que los tentáculos del ‘Caso Malaya’ alcanzaron a la capital después de que se conociera que el inmenso patronio de Juan Antonio Roca se extendía a palacetes de Madrid. En concreto al Palacio del Conde de Tepa, el del Marqués de Ustáriz y el Frontón Beti Jai, cuyas obras de rehabilitación tuvieron que ser paralizadas orden del juez, después de que el ex asesor de urbanismo ingresara en prisión. Las intenciones de Roca eran convertirlos en hoteles para sacarles rentabilidad. En próxas fechas sabremos si todas estas ‘coincidencias’ son en realidad indicios de que el ‘Caso Malaya’ se extiende a otros municipios españoles.
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