El país con más periodistas muertos en Latam

LATAM (26/04/07) El Instituto Internacional de la Prensa (IPI) ha dado a conocer un desmoralizante balance de 2006, año en que se batió el récord de periodistas asesinados: un centenar, 45 más que en el año anterior. Un dato escalofriante que se acentúa especialmente en el ámbito latinoamericano, en donde se sitúa México en prer lugar.

LATAM (16/04/07) El Instituto Internacional de la Prensa (IPI) ha dado a conocer un desmoralizante balance de 2006, año en que se batió el récord de periodistas asesinados: un centenar, 45 más que en el año anterior. Un dato escalofriante que se acentúa especialmente en el ámbito latinoamericano.

2006 ha sido, para el IPI ‘el año más brutal y salvaje en la historia moderna de la prensa’ y las cifras respaldan esta premisa. Esa organización ha presentado en Viena su Informe Anual, en la que Irak se sitúa a la cabeza, con 46 periodistas locales asesinados, el doble de los reteros que murieron allí en 2005. A ello se suman los secuestros, que han hecho de este país el lugar más peligroso para el ejercicio de la profesión. Sin embargo, tras estos países que se encuentran en situaciones bélicas, México se ha convertido en el prer país de Latinoamérica en lo que a estos datos se refiere.

El IPI, que reúne a editores y directivos de medios de Comunicación de más de 110 países, ha informado que en la lista de muertes le siguen Afganistán, Pakistán, Filipinas, México y Sri Lanka.

En Europa, preocupa la situación de Rusia, que ha estado marcada la oscura muerte de Anna Politkovskaya, cuyo asesinato la situó en el número 43 de la lista que el IPI elabora desde 1997 en ese país.

En el caso de Latinoamérica, México ha arrebatado el dudoso liderato a Colombia como nación peligrosa para el desarrollo de la labor informativa, aunque como región, América Latina aparece este año detrás de otras áreas geográficas, como Oriente Medio y el norte de África, donde se han producido la mitad del total de los asesinatos. En Asia hubo 29 periodistas muertos.

Lo más lamentable es que este cambio no ha sido que la situación latinoamericana haya mejorado, sino que la del resto del mundo ha empeorado considerablemente hasta llegar a marcar un récord lamentable: 100 periodistas asesinados.