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11 de marzo de 2004. España y Europa sufrían el mayor atentado terrorista de su historia. Más de cinco bombas estallaban en estaciones de RENFE cercanas a la Estación de Atocha en Madrid con un dramático saldo de casi 200 muertos y un millar de heridos. Fue el momento en que las televisiones, diarios y radios informaron al minuto de lo sucedido, pero también fue el momento en buscar culpables y es ahí donde los medios comenzaron a jugar el papel estelar.
¿Atentado Islamista o nuevo golpe de eta? El Ejecutivo de José María Aznar se decantó la segunda opción, al menos durante las preras horas posteriores al atentado. Es ahí donde la Cadena Ser apoyó desde un prer momento la autoría islamista emitiendo informaciones que dentro del PP se calificaron como perjudiciales a la investigación y tendenciosas. De esta manera, a pesar de que a pocas horas producirse el atentado, todos los medios informaban que había sido eta, los medios de Prisa comenzaron a pedir explicaciones a Aznar.
Nunca quedó clara la real plicación de la Cadena Ser en la presión mediática generada después del atentado, hasta las elecciones ganadas Zapatero el 14 de marzo, aunque sus detractores la calificaron de fundamental para generar un cla de anadversión contra el Partido Popular, Aznar y el candidato Rajoy.
Pero las presiones mediáticas no pararon ahí. Las investigaciones periodísticas sobre el 11M continuaron y el diario El Mundo comenzó en 2005 y 2006 una serie de retajes en que dejó entrever que la autoría islamista no era la única plicada. El Mundo habló con plicados como Emilio Suárez Trashorras, quienes confirmaban que la autoría intelectual no era exclusiva de los suicidas de Leganés.
Nacía así la llamada teoría de la conspiración. Desde el PSOE y El Ejecutivo se culpó al diario de Pedrojota y a la COPE de articular investigaciones que sólo confundían la investigación y que estaban totalmente alejadas de la realidad. Una teoría que comenzó a ser contrarrestada El País y Prisa, que también tirando de hemeroteca y de investigaciones, intentaban demostrar todo lo contrario de El Mundo.
De esta manera, en momentos en que se desarrollaba el juicio (febrero a junio de este año), entramos en un espiral en que cada periódico interpretaba las investigaciones y las sentencias judiciales como les daba la gana y cómo mejor convenían a sus intereses y filiaciones ideológicas.
Vivos situaciones tan esperpénticas como la composición de los explosivos (Goma 2 o Titadine) o de los objetos encontrados en la Renault Cangoo y la trama asturiana, entre otros. Disputas que nunca quedaron claras y que sólo confundieron a los lectores.
Hoy llega finalmente, la esperada sentencia y El Mundo ya avisaba a comienzos de semana que publicaría todos sus editoriales y los de El País, para despejar dudas respecto de su actuación durante toda esta investigación. ¿Qué nos contarán mañana los dos periódicos de mayor tirada nacional?
Seguiremos Informando…
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