El Ministerio de Sanidad y Consumo ha anunciado que próxamente iniciará una campaña informativa para luchar contra la venta de fármacos con receta a través de Intet. El titular de Sanidad, Bernat Soria ha señalado que dicha campaña se llevará a cabo a través de la red de oficinas de farmacia españolas y para ello se contará con la colaboración de los farmacéuticos, medio de su Consejo General de Colegios.
Desde el Colegio de Farmacéuticos de Madrid (COFM) han aplaudido la medida afirmando que ‘el hecho de que las autoridades sanitarias tomen cartas en el asunto se valora de manera muy positiva y también que hayan querido contar con los profesionales farmacéuticos para esta iniciativa'. Y es que, ‘un medicamento adquirido a través de Intet que llega desde no se sabe dónde, que ha sido enviado en no se sabe qué condiciones y sobre el que no disponemos de ninguna garantía de si se trata de una falsificación o ha sido manipulado, no resulta en absoluto aconsejable consumirlo', apuntan en el COFM.
Las falsificaciones de los productos farmacéuticos representan entre el 6 y el 8 ciento del mercado mundial, un negocio que mueve entre 15.000 y 20.000 millones de euros al año en todo el mundo, aunque se espera que en dos años alcance cifras de 35.000 millones de euros. Por eso es tarea de todos frenar este aumento de fármacos falsos.
En este sentido, hace tan sólo unos días, tuvo lugar un encuentro en Santander organizado la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander en el que estuvo presente Humberto Arnés, director general de Farmaindustria, patronal de la industria farmacéutica, quien marcó como objetivo prioritario ‘la protección de la salud pública y de los pacientes, pero también la defensa de sus valores en materia de propiedad industrial y de su mercado'. Por ello, propuso que los distintos agentes plicados asuman responsabilidades compartidas para que se puedan tomar medidas efectivas que permitan erradicar este problema.
Entre estas medidas Arnés ha señalado como necesarias el desarrollo de una legislación europea que tipifique los delitos falsificaciones, el desarrollo de sistemas seguros de identificación que sean universales, lograr la máxa transparencia en los canales de distribución, formar a las autoridades aduaneras, e informar a la sociedad sobre los riesgos que plica esta actividad, entre otras.
Si bien estamos hablando de un problema global, hay que reconocer que la falsificación de medicamentos afecta especialmente a los países en desarrollo, donde el volumen de las estafas alcanza hasta el 50 ciento de su mercado.
Los laboratorios farmacéuticos no se muestran ajenos a estas cifras y eso sanofi aventis ha sido el prero de ellos en actuar contra esta lacra de la falsificación inaugurando esta misma semana un Laboratorio AntiFalsificación en Tours (Francia) y que forma parte integral del programa de lucha contra la falsificación, elaborado el grupo farmacéutico.
El recién creado laboratorio se dedicará a examinar directamente los envases y prospectos, así como a realizar análisis químicos exhaustivos de las muestras sospechosas de los productos falsificados con mayor frecuencia. Además se podrán desarrollar métodos de análisis y distribuirlos a escala mundial, para que cualquier planta industrial, de cualquier lugar del mundo, pueda realizar inspecciones y análisis, utilizando los mismos criterios y de todos los productos sospechosos que se correspondan con los fabricados el Grupo Sanofiaventis. Posteriormente se centralizarán las ‘tarjetas de identidad' correspondientes a las falsificaciones detectadas, mediante una base de datos centralizada y única, capaz de establecer comparaciones entre las diferentes falsificaciones.
El Laboratorio AntiFalsificaciones se ha convertido en una herramienta indispensable, a disposición de las autoridades sanitarias, la policía, las aduanas y, supuesto, de las autoridades judiciales de Francia, y también de cualquier país afectado y como señala JeanFrançois Dehecq, presidente de sanofiaventis, ‘llevamos demasiado tiempo restándole tancia al fenómeno de la falsificación de medicamentos, que, de una fabricación marginal, ha pasado a ser, en la actualidad, una fabricación completamente industrializada'.
Por eso, ‘ante la urgencia de esta situación, debemos actuar de forma intransigente.
Principalmente, hay que actuar sobre tres aspectos en concreto: mejorar la eficacia de las investigaciones policiales internacionales; modificar el código penal, que actualmente es poco disuasivo, y controlar más las redes de distribución de medicamentos, especialmente, los circuitos que favorecen la salida de medicamentos falsificados', expuso el representante de la farmacéutica.