Contra toda creencia, es precisamente en las vías rectas donde se produce un mayor número de accidentes de tráfico. El conductor se confía y pisa el acelerador ante la supuesta perfección de la vía y rectitud. Esta confianza es aún mayor si éste se traslada en un vehículo nuevo con lo últo en tecnología. Y es que se pasa a verificar la siguiente premisa: a más seguridad más riesgo se asume. De hecho, sólo en 2006 hubo 37.767 víctas en carretera cuando la vía era recta. Del total, fallecieron 1.469 y hubo 36.298 heridos.
No son las curvas, son precisamente las vías rectas donde hay mayor número de accidentes de tráfico. Y es que la seguridad que adquiere el conductor es vital. Un adelantamiento inesperado, un cambio de carril incorrecto, un exceso de velocidad, una distracción… Son muchos los motivos que pueden hacer que nos salgamos de la vía y que tengamos un accidente y la mayoría de ellos se producen precisamente en las rectas. No hay nada que nos pueda pedir el paso, la vía parece estar en perfectas condiciones y aceleramos.
Según los últos datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) en su anuario de 2006, hubo un total de 23.256 accidentes en carretera recta, de los que 1.118 fueron accidentes mortales. En 2006 fallecieron 1469 personas en este tipo de vías y 386 en vías rectas de zona urbana. De hecho, el 90% de los accidentes con víctas en zona urbana tuvieron lugar en vía recta y el 60% en este mismo tipo de vía en carretera. Los accidentes en curva fuerte sólo fueron el 20% en carretera.
Estos datos nos dejan una idea clara y nos vuelven a confirmar la premisa de que a cuanta mayor seguridad más riesgo asumo. Sin embargo, no sólo se puede culpar a la vía de la accidentalidad. Y es que ante la falta de alerta, el conductor se dispersa y surge la distracción. De hecho, según Luis Montoro, presidente de FESVIAL y Catedrático de Seguridad Vial de la Universidad de Valencia, sólo el 3,5% del total de muertos en accidente de tráfico tiene lugar el estado de la vía. EL 40% se produce la distracción.
Además, según datos facilitados Montoro, del total de conductores que se compran un vehículo nuevo, el 30% tiene un accidente a pesar de estar equipados con la últa tecnología. Y es que es precisamente el exceso de confianza que éste deposita en su nuevo vehículo el causante. El vehículo puede tener lo últo en elementos de seguridad pero recordemos que a 100 KM/h no se salva nadie.
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