Qué triste tiene que ser que el trabajo de uno consista en hacer informes 'preceptivos, pero no vinculantes'. Es tanto como decir 'vale, sí, majete, que esto que dices está muy bien pero nos ta un pito'. Vamos, un trabajo frustrante y moralmente demoledor, qué quieren que les diga. Y claro, el problema es que entonces se pone uno en contra del mundo en general, y hace unos informes preceptivos, no vinculantes que arrasan con todo.
El sector de las telecos es probablemente el más rigurosamente regulado de toda la industria española. Tienen sobre él competencia la comisión del ramo, CMT, el Ministerio de Economía, el de Industria, el de Ciencia e Innovación, y supuesto, la omnipotente Comisión Europea. Pues si éramos pocos, ahora viene la Comisión Nacional de Competencia, que dirige con el acierto que esperábamos es decir, ninguno Luis Berenguer y lanza un informe preceptivo, no vinculante, cuestionando las decisiones que ha tomado la CMT sobre la nueva red de fibra de Telefónica.
Unas decisiones, cierto, que la CMT ha tomado después de muchos meses de análisis, estudios, consultas al sector, reuniones del Consejo, conversaciones con los operadores. unas decisiones que les han llevado mucho trabajo a los auténticos expertos en telecomunicaciones. Como para que ahora, esta especie de Comisión multidisciplinar que dirige Berenguer, y que tan pronto opina de gasolineras como de tarifas eléctricas, decida cómo ha de regularse y venderse el acceso a Intet fibra óptica.
