El Centro de Información Cerveza y Salud ha entregado las Becas Manuel de Oya ‘Cerveza, salud y nutrición’, a jóvenes investigadores para que estudien las propiedades nutricionales de esta bebida.
Los beneficiarios de esta IX edición son Marta Banqué Navarro y Ana María Veses Alcobendas. Ambas obtendrán 18.000 euros para el estudio. La prera de ellas analizará el posible papel protector del consumo moderado de cerveza frente al cáncer colorrectal debido a su efecto antioxidante, antiinvasivo y antiangiogénico. El trabajo, bajo el título ‘Consumo de cerveza y cáncer colorrectal. Estudio de casos y controles', estará dirigido y coordinado el jefe de Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario Bellvitge de Barcelona, Josep Ramón Torrell.
Este trabajo sucederá a anteriores estudios que ya asociaban una reducción de la mortalidad en el caso de los bebedores moderados, en comparación con los no bebedores o los altos consumidores de cerveza, sin llegar a determinar los mecanismos concretos de actuación. De este modo, el objetivo de este trabajo es determinar la asociación entre el consumo moderado de cerveza y cáncer colorrectal según la localización del cáncer y el sistema de estadificación, basado en la extensión del tumor, la diseminación a los ganglios linfáticos, y la metástasis.
Por su parte, Alcobendas centrará su investigación en la incidencia del consumo moderado de cerveza con o sin alcohol en la composición coral. La investigación será dirigida la profesora de Investigación del Departamento de Metabolismo y Nutrición del Instituto del Frío del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Ascensión Marcos.
Hasta ahora se han llevado a cabo numerosos estudios con cerveza tradicional, pero los efectos de la cerveza sin alcohol aún no han sido estudiados en profundidad y especialmente en lo que se refiere a sus efectos sobre la composición coral. El estudio se llevará a cabo en 36 mujeres y 36 hombres sanos con edades comprendidas entre 20 y 30 años. Ninguno de los voluntarios tendrá antecedentes familiares ni personales de abuso de consumo de alcohol, ni patologías que desaconsejen un consumo moderado de bebidas alcohólicas.










