El final de la cuenta atrás. Como en las películas. Pero en esta ocasión las víctas tienen hijos, hipotecas, la fea costumbre de desayunar, comer y cenar… Qué vicios tienen estos, la chusma de la camiseta, como dice uno de los del lado oscuro. Un puesto de trabajo… Eso queda para sumisos. He visto en esa lista, la lista del ERE, gente de todo pelaje: los hay buenos, regulares y malos, todos útiles… Y he visto fuera a cada uno/a que no servirían ni en la gacetilla de su barrio. La historia la escriben los que vencen, y la lista del ERE los amiguetes…
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