La globalización facilita el avance de las epidemias mundiales. Las antiguas plagas medievales que mataban decenas de millones de seres humanos en varios años, ahora necesitan unos días para viajar en avión y expandirse todo el Planeta. La epidemia de gripe cina, originada en Ciudad de México el pasado jueves, 24 de abril, ha necesitado sólo una semana para matar a más de ciento cicuenta personas en el país centramericano y diseminar varias centenas de posibles afectados en varios países tan lejanos entre sí como Nueva Zelanda, Israel, Canadá, Estados Unidos y Europa. En España, casi treinta personas están en observación, y otras tantas, en tratamiento preventivo, si bien solamente tres casos estaban plenamente diagnosticados a la hora de cerrar esta edición semanal.
En el Centro Nacional de Epidemiología, centralizado en el Instituto Carlos III, de Majadahonda, analizan a marchas forzados los casos de viajeros que regresaron de México, y observan la sintomatología, que consiste en fiebre alta y repentina, dolor de cabeza intenso, dolores musculares, irritación de los ojos y flujos nasales. El consejero de Sanidad, Juan José Güemes, y los consejeros de todas las comunidades autónomas españolas están perfectamente coordinadas con el Ministerio de Sanidad, cuya titular, Trinidad Jénez, ha decidido informar dos veces cada día a los medios, y ha tranquilizado a la población al transmitir con inmediatez todas las declaraciones y avances de la Organización Mundial de la Salud (OMS). De momento, el organismo internacional ha reconocido que estamos cada vez más cerca de una pandemia, y ha elevado el nivel de alerta del 3 inicial hasta el 4 en una escala hasta 6. Si bien advierte que las autoridades sanitarias de los países deben de estar alerta, ya que, ha recordado, "la terrible plaga de gripe española del siglo pasado empezó casi igual y acabó con casi cincuenta millones de personas muertas". La gravedad del tema estriba en la mutación genética de la cepa H1N1, inicialmente de cerdo, que ha mutado en combinación con material genético humano y se transmite entre personas de forma aeróbica y mediante otros contactos. Por esta razón, los únicos tres casos españoles diagnosticados están siendo tratados en los hospitales de Almansa y Valencia y, de manera preventiva, todas aquellas personas que han estado en contacto con estos viajeros.
La ministra Jénez, de momento, pide calma y tranquilidad, asegurando que "se ha actuado rápidamente, activando todos los protocolos de prevención, detección y aislamiento.. y, en caso necesario, el Sistema Sanitario español está preparado para hacer frente a la epidemia, pues dispone de un almacenaje de diez millones de dosis", aunque descarta esta eventualidad. Queda la incógnita de descubrir los motivos los que, hasta ahora, los más de ciento cincuenta fallecidos lo han sido exclusivamente en Ciudad de México.
Concha Minguela.
Directora de Gente en Madrid.
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