Las empresas de telecomunicaciones empiezan a descontar la muerte de Fidel Castro. Una pequeña operadora afincada en Miami y otra de Venezuela se disputan ser los preros en llegar con su cable de fibra óptica a la isla caribeña, tal y como cuenta Miami Herald. Cuba es el único país americano que no está conectado cable de fibra óptica con el resto de los países, lo que significa que debe hacerlo satélite, sistema mucho más caro y complicado. El cable de fibra óptica permitirá realizar más de 160 millones de llamadas telefónicas sultáneas, lo que significa el acceso masivo a Intet a alta velocidad y televisión cable, así como el abaratamiento de las comunicaciones.
De estas cosas carecen los cubanos, pero también de ordenadores para sacarles partido. Ordenadores y teléfonos son escasos en la isla que sus habitantes deben desembolsar el sueldo de varios meses para comprarlos, lo que resulta posible para su economía de supervivencia. Los cables de fibra óptica llegarán a Cuba en 2011, cabe esperar que para entonces los cubanos no deban quitarse de comer para acceder a Intet desde sus casas, y que puedan hacerlo sin la censura que ahora les pondría su actual gobierno. La flexibilización realizada Obama a las restricciones comerciales puestas USA a la isla hace 50 años ha permitido la construcción del cable.
TeleCuba es la operadora de Miami que ayer anunció contar con las bendiciones de las autoridades estadounidenses para acometer su proyecto, añadiendo estar a la espera de que se las dé el gobierno cubano. Tiene la ventaja de que su cable submarino de fibra óptica seguirá la ruta de otro de cobre construido en los años cincuenta, y está a 177 kilómetros de la isla. TeleCuba ya tiene acuerdos para proveer la interconexión de múltiples nodos científicos submarinos con el nuevo cable para uso de universidades e institutos que tiene proyectos educativos y de investigación. La operadora venezolana Telecomunicaciones Gran Caribe sí cuenta con los permisos cubanos para la construcción de su cable, que será ocho veces más largo que el de TeleCuba, y eso es una fuerte desventaja para cumplir su anuncio de que llegarán en 2011. El coste del cable estadounidense será de 18 millones de dólares, mientras que el venezolano será 3,5 veces más caro. Sin contar con las inconveniencias de construir un cable submarino un nuevo trazado.
SUSANA BLÁZQUEZ
PERIODISTA
