La nevada en Catalunya ha puesto de manifiesto dos cosas: La prera, que la Consellería de Interior acabará arruinándole la labor de Gobierno al President Montilla. Han metido la pata tantas veces, que ahora cualquier fallo se magnifica, y lo que es peor, nada de lo bueno se resalta y lo tanto, se queda en una esquina abandonado a su suerte. Pronto tendremos elecciones, y el drama de los socialistas catalanes no es que Convergencia tenga mas o menos votos, sino conseguir que sus propios electores acudan a las urnas y sobre todo, que se olviden de las barbaridades cometidas el Coseller Saura y su desprestigiado equipo. La segunda de las verdades que se deducen de la “hecatombe” que se nos ha venido enca estos días, es que la red electrica catalana es un verdadero desastre y lo decos cuando seiscientas mil personas se han pasado a oscuras dos dias y a la hora de escribir esta crónica, todavía quedan otras cien mil si un servicio tan elemental. Como siempre, ha sido la radio la que ha ido contando a la gente de lo que iba la cosa y esta misma mañana, la SER anunciaba que solo podía emitir su Onda Media. Se ve que poner grupos electrónicos para paliar los fallos de la red no entra en las previsiones de FECSA ni tampoco en las de la Red Electrica del Estado, que son los principales responsables del suministro. Menos mal que salió el sol, que sino a estas horas estaríamos hablando de una sublevación popular equivalente al Motín de Esquilache o a la poco conocida Guerra de los Irmandiños. Un día de éstos seremos un país normal y lo que ahora parece extraordinario, será una mera anécdota que comentar a los nietos.
Manuel Fernando González Iglesias
Editor y Director
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