Los pasajeros que viajaron con la compañía aérea en el últo vuelo de la noche del 24 de diciembre fueron los protagonistas de esta acción cargada de sorpresas ideada Schackleton.
Mientras muchas familias disfrutaban de la cena de Nochebuena, los viajeros del vuelo JK5208 de Barcelona a Las Palmas de Gran Canaria se encontraron en la cinta de equipajes algo más que sus maletas. Para su sorpresa, de la cinta comenzaron a salir regalos personalizados para cada uno de ellos.
No sólo quisieron sorprender con el regalo, si no que buscaron acertar al máxo. Para ello se personalizaron según el tipo de pasajero: para los más pequeños había peluches, piruletas gigantes, caballos, coches, trompetas, marionetas y disfraces; y para los adultos productos de belleza, cámaras de foto lomográficas y sombreros.
La acción responde al cambio de posicionamiento de Spanair, que apuesta la comunicación, la cercanía y el trato personalizado con sus clientes.