Dentro de las conclusiones que se han obtenido destacan la inclusión dentro de la receta electrónica y de la historia clínica de los medicamentos sin receta no financiados, algo que Jaume Pey, presidente de anefp, ha considerado como prescindible y Máxo González Jurado, presidente del Consejo General de Enfermería, ha calificado de necesario para garantizar la seguridad fármaco terapéutica. Estas posturas demuestran el apoyo a lo recogido en el Real Decreto de receta médica y órdenes de dispensación que está pendiente de publicarse en el BOE, que supone la inclusión de los medicamentos no sujetos a prescripción médica en la receta electrónica y en la historia clínica de los pacientes.
Ambas opiniones fueron compartidas el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Badajoz y presidente del Consejo Extremeño de COF, Cecilio Venegas. Mientras que Roberto Costillas, director comercial de Laboratorios Salvat, reclamó también la introducción de los complementos alenticios y los medicamentos a base de plantas en estos dos documentos clínicos. Por su parte, Carmen Valdés, presidenta de Semergen Madrid, resaltó que los médicos del colectivo al que representa ya utilizan desde hace tiempo la llamada ‘receta blanca’ para recomendar medicamentos no financiados y Manuel Ojeda, vicepresidente del Colegio de Farmacéuticos de Sevilla, ha expuesto el desinterés de la administración esta inclusión y su no apuesta esas ‘recetas blancas’.
También se demandó la bidireccionalidad de la receta electrónica para que los profesionales sanitarios que trabajan con ella puedan conocer los fármacos que está tomando cada paciente y evitar posibles interacciones. Otra de las reclamaciones ha sido la existencia de un sistema y una base de datos únicos, que puedan ser consultados desde cualquier punto de nuestro país. Pey, ha agregado que para evitar posibles duplicidades entre principios financiados y los que no, ‘la administración debería sacar de la financiación aquellas presentaciones que se utilicen para el tratamiento de síntomas menores, lo que, a juicio de nuestra asociación, supondría un tante ahorro para el sistema nacional de salud’.
Todos han coincido en afirmar que deben aprovecharse las condiciones del momento actual para la plantación y desarrollo de la receta electrónica.
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