- El corresponsal de Vocento, Mikel Ayestarán, ha sido uno de los periodistas extranjeros atacados los progubernamentales en Egipto mientras hacía su trabajo. prnoticias ha hablado con él sobre su experiencia en esta cobertura.
DÉBORA RAMÍREZ Los progubernamentales han tomado a la prensa como un objetivo y responden con ataques ante la presencia de cualquier profesional de la información. ‘Creo que responde a una estrategia dictada desde la cúpula del régen. Nuestra cobertura resultaba molesta y decidieron quitarnos del medio a base de palos y represión’ explica Mikel Ayestarán.
‘Circulan algunas listas de agredidos que superan el centenar de nombres. Nos dieron golpes, empujones, insultos, hubo desperfectos en los equipos, pedradas… y parece que a un colega griego también le apuñalaron’ comenta el corresponsal. La situación de la prensa en Egipto se ha ido complicando jornada a jornada hasta el punto que ya ha habido una vícta mortal entre los periodistas, se trata del egipcio Ahmed Mohammed Mahmoud que ha muerto tras permanecer varios días desaparecido y otros tantos en coma después de recibir un pacto de bala el pasado día 28.
Sin embargo, Mikel opina que actualmente ya se aprecian resquicios de normalidad en Egipto. ‘Tocamos fondo el vies, ahora todo parece normal y se puede trabajar. Hasta han empezado a pedirnos la acreditación de prensa egipcia, todo un símbolo de que la administración vuelve a funcionar’ afirma. Otra muestra de la normalización es que las comunicaciones se han recuperado, ‘ya no hay problemas ni con los móviles ni con Intet’.
La prensa local también ha sido objeto de la represión parte de los seguidores de Mubarak, muchos de ellos han cerrado sus sedes ante la espiral de violencia y sus profesionales han sufrido los mismos ataques ‘Los medios de la oposición están más en el punto de mira aún que nosotros’ apunta Ayestarán.
El ejército egipcio manifestó que no se opondría a las revueltas populares contra Mubarak, sin embargo las zonas calientes permanecen militarizadas. ‘El ejército permanece como barrera y prera línea de control de Tahrir. Por la ciudad se ven también tanques en algunos lugares estratégicos, pero yo no he tenido problemas con ellos’ asegura el periodista.
Los periodistas extranjeros tomaron la decisión de agruparse cuando la situación de la prensa en Egipto comenzó a complicarse debido al aluvión de agresiones. Según cuenta el corresponsal de Vocento, la prensa se aloja en varios hoteles ‘desde el Hilton Ramses, hasta el Marriott, pasando otros menos conocidos y más alejados de la plaza Tahrir y lo tanto en zonas más tranquilas’. Aunque cada vez quedan menos corresponsales en el lugar: ‘Según va estancándose la noticia cada día más gente está saliendo del país’ asegura.
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