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Las personas que sufren alguna discapacidad mental luchan cada día contra el estigma de estas enfermedades y, a veces, el mundo de la cultura puede ser de gran ayuda. Más que conocidas son las actividades que fundaciones públicas y privadas llevan a cabo en beneficio de este colectivo y de su integración social.
Es el caso de NAEMI, cuyo principal objetivo no es otro que ‘luchar contra el estigma social asociado a la enfermedad mental’, nos explica su director ejecutivo, Juan Martín. Su colección ya tiene una casi un millar de cuadros, todos ellos pintados artistas con alguna discapacidad. La Fundación ONCE la ha traído a España y la farmacéutica Janssen, además de colaborar con la exposición, lleva uno de los cuadros como agen de su últa campaña, y ha comprado otros tantos.
‘Tenemos voluntarios que seleccionan las obras que forman parte de la colección y la clave está en la calidad de las mismas. No se eligen compasión, sino que lo que se expone es que merece ser expuesto, independientemente de la condición de Salud del artista’, añade. ‘El te de los cuadros (que suele rondar entre los 1.500 y los 2.000 euros es para los artistas’, asegura.
Sebastián Ferreira, Enric Holmes, Marcelo Roca, Gary Brewer o los españoles Mary Eis (Cataluña) y Ramón Losa (Madrid) son algunos de los nombres que forman parte de esta historia. ‘Muchos de ellos ni siquiera creen que lo que hacen sea arte. Pintan en casa o en el hospital, a modo de entreteniento, y guardan las obras incluso debajo de la cama que no le dan valor’.
La exposición se podrá ver en Recoletos 1 de Madrid hasta el 27 de mayo, y en octubre viajará al Ayuntamiento de Huesca.
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