Dicen que dos no debaten si dos no quieren, y dicen que dos no se pelean, si uno de ellos se hace el remolón…
Ayer, estupefactos, asistos a los que dio de sí el acuerdo entre los jefes de prensa de Rajoy y Rubalcaba. Las conclusiones son millones, como los espectadores. Pero a mi, como observador, me llamaron la atención varias cuestiones. La prera que si Manuel Campo Vidal, que brilló su ausencia, no podría haber anado más el tedio. Si no era posible que hubiese una bandera de España, el aquel de: ‘Benvenuti, obrigado’. Si resulta que se transmite para medio mundo, lo lógico es que sepan que no están viendo el debate de Grecia, si no el de R&R desde España. Además, la puesta en escena era rancia, antigua, con poca iluminación, demasiado grande para tres personas… fría, sin fragor de batalla, sin colores, sin olor… ¡vamos!, un debate a la española.
Dicen que en otros países, en los que hay una mayor tradición, el debate es un elemento anunciado desde antes de los propios comicios.
Los ciudadanos estamos necesitados de saber, y estas maniobras demuestran que nuestros políticos no se han enterado de qué iba esta historia.
¿Las conclusiones?
Cada uno que saque las suyas, o cada cuál con su cada cuala… A mi, no me gustó y perdió la sociedad española la otunidad de saber algo más de lo que se cuece.
11/11/11
¡¡¡JUEGA!!!, yo ya lo he hecho. Como me toque… Nos vamos todos de vacaciones.
pedro aparicio pérez
fontanero de la Comunicación
@pedroapa48
director de prnoticias.com