Esta semana el Congreso ha ratificado a Leopoldo González Echenique como consejero de RTVE a la espera de ser nombrado presidente de la Coración el próxo 28 de junio. La nueva administración que llega con un año de retraso tendrá como principal prioridad reformar la estructura directiva de los Informativos y decidir el nuevo modelo de televisión que se abre después de recorte de 200 millones en sus presupuestos.
Leopoldo González Echenique llega a presidencia de la Coración RTVE probablemente en uno de los momentos más delicados para la cadena pública. El recorte de 200 millones en sus presupuestos aprobado a comienzos de año el Gobierno ha llevado a la cadena a una situación límite en que no está claro el modelo que debe seguir la televisión y a partir de qué punto se debe reorganizar su parrilla y su estructura. La necesidad de recortes les ha obligado a renunciar temalmente a sus series de éxito y los derechos detivos, al tiempo que se intenta apostar tímidamente la producción propia.
En este sentido, los retos del nuevo Presidente que será nombrado oficialmente la próxa semana tienen que ver fundamentalmente con recortar costes y hacer una televisión más austera. Este objetivo global sin embargo, se verá postergado en las preras semanas que Echenique deberá buscar a marchas forzadas un recambio para la cúpula de Informativos, el área más criticada desde el Partido Popular dentro de la Coración. Parece casi decidido que Fran Llorente no seguirá, pero no está claro quien le sustituirá como Director de Informativos.
Lo único cierto es que la remodelación de la cúpula de directivos es un prioridad. Una vez resuelto el tema de los organigramas sustituyendo a los salientes directores de TVE, director financiero y una serie de otros ejecutivos que ahora abandonará la casa, se deberá meter la tijera a fondo. Hasta ahora los consejeros han hecho lo que han podido suspendiendo la emisión de los productos de coste más elevado, pero sin llegar a definir un modelo de gestión y de televisión que sustente el creciento a corto plazo de la cadena pública.
¿Pero cómo debe ser este modelo? Está claro que en él no entrarán los grandes derechos detivos, principalmente su elevado coste, pero también el gran nivel de gasto que genera su producción. Las series extranjeras y películas estadounidenses tampoco serían parte del nuevo modelo, también lo oneroso de sus derechos. En el caso de las grandes series de producción española la situación es más compleja, ya que a pesar de que el coste es alto existe el convenciento de que TVE debe seguir siendo el motor de la industria audiovisual local. Un tema que se debatirá de manera más extensa para intentar buscar una solución intermedia.
El otro gran tema que deberá resolver Leopoldo González Echenique es la plantilla de RTVE. Los números indican que se hace necesario redensionar la plantilla y necesariamente reducir puestos de trabajo, no obstante esto significaría entrar en una lucha frontal con los sindicatos de la Coración, uno de los más poderosos del panorama de medios en España. El principal argumento de los trabajadores de la plantilla es que hace pocos años ya se realizó un tante ERE y que muchos de los empleados que actualmente trabajan en la Coración corresponden a empresas externas o cargos de confianza que pueden ser perfectamente supridos.
Estos nos lleva a otro de los históricos debates de la Casa: la producción propia. Para los trabajadores, las anteriores administraciones no han hecho nada potenciar los programas hechos dentro de TVE y lo que es peor, han apostado fuertemente productoras externas y tener al personal fijo infrautilizado. Con el fuerte recorte de presupuesto desde todos los sectores se piden más programas Made in TVE, un tema en el que se trabaja tímidamente, pero sobre el cual todavía no hay una clara definición.
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