Las duras condiciones puestas la CNC para la fusión de La Sexta con Antena 3 hicieron que la segunda televisión privada líder se echara para atrás en el proceso. La Sexta necesitaba la fusión con Antena 3 para salir adelante, tras cerrar 2011 con un resultado neto negativo 65.640.450 euros. Ahora, en un escenario de no fusión, ha comenzado una política de recortes que plica el despido de una decena de personas.
La Sexta ha tenido que afrontar una reestructuración para su viaje en solitario, después de que la Comisión Nacional de Competencia pusiera trabas a su fusión con Antena 3. La CNC puso condiciones diferentes a las aplicadas en la fusión de Telecinco y Cuatro, lo que para Antena 3 suponía darle una clara ventaja a Mediaset.
Entre otras medidas, proponía la creación de sociedades diferentes para la comercialización de la publicidad de La Sexta y de Antena 3, algo que no sucede en el caso del Grupo Mediaset. Por otra parte debía la duración de sus contratos de adquisición exclusiva de contenidos a tres años, sin incluir derechos de adquisición preferente o prórroga. De modo que Antena 3 se negó a seguir adelante con el proceso, puesto que lo veía inviable.
Ante esta situación la supervivencia de La Sexta pasa afrontar una política de recortes para seguir adelante en un escenario de no fusión. De momento la cadena ha despedido a en torno a una decena de personas.
La Sexta no ha tenido nunca beneficios desde su naciento hace seis años y ha cerrado 2011 con un resultado neto negativo de 65,6 millones de euros. En este contexto, fuentes de la cadena aseguran que ‘tras la frustrada fusión hemos iniciado un proceso de readecuación de la estructura de La Sexta al nuevo escenario de vida en solitario en medio de una crisis’.
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