Según muchos, la Iglesia es, sin lugar a dudas, la mejor marca de la historia. Sin embargo, no sólo de publicidad vive la Iglesia, también la marca más longeva de la historia ha tenido a grandes hombres encargados de su Comunicación. Moisés es, para muchos, el prer gran hombre de Relaciones Públicas de la Historia.
Semana Santa. Momento de procesiones, vacaciones, y la siempre previsible programación televisiva cargada de series y películas basadas en hechos bíblicos. Más allá del mensaje religioso, estas producciones pueden acercarnos a una nueva forma de interpretación de la historia, donde la Comunicación –principalmente oral– ha sido el germen de la historia jamás contada.
Hablar de publicidad y religión es hacer referencia casi directa a uno de los mayores publicistas que España ha dado, Tony Segarra. Este ya aseguraba hace años que la religión católica es el mejor producto del mundo. ‘Posee el mejor de los beneficios: la vida eterna. El mejor precio: es absolutamente gratis. La mejor marca mejor diseñada: la cruz. El mejor manual de instrucciones, el más leído y más editado de la historia: la Biblia. Delegaciones en todas partes: en todas las ciudades y cualquier pueblo, pequeño que sea’.
Pero como toda Coración, la Iglesia ha tenido a grandes hombres encargados de su Comunicación. En sus orígenes, uno de los precursores de lo que fuera loa religión católica también hizo uso de las relaciones públicas de la mano de Moisés. Muchos han sido los que han considerado a este personaje bíblico uno de los preros ‘relaciones publicas’, no sólo de la religión, sino también de la Historia.
Moisés se convirtió en el encargado de guiar al pueblo de Israel en su éxodo desde Egipto en camino de la tierra prometida. Algunos, incluso, le han denominado como un tavoz del poder. Moisés se convirtió en el mediador entre las exigencias de su pueblo, y el faraón Egipcio, a la vez su hermano, Aarón. Algunos han intentado hacer analogía entre estos dos personajes con la figura actual del CEO y el director de Comunicación. De este modo, Moisés sería, un lado el encargado de informar al faraón Aarón de las necesidades y peticiones del pueblo. Y otro lado, el encargado de dar a conocer a la población los mensajes del faraón.
Moisés hizo uso de algunas de las técnicas y herramientas más comunes en la praxis de las relaciones públicas: hizo uso de sus influencias con los mandatarios egipcios para pedir la liberación de los hebreros en Egipto; hizo que el pueblo se organizara y se revelara de una forma pacífica ante los gobernantes egipcios; materializó los objetivos a conseguir en las famosas ‘Tablas de la Ley’, una ‘hoja de ruta’ a seguir el pueblo. Denominar a las plagas que desolaron a Egipto como modo de presión para pedir al Faraón la libertad de los hebreos, incluso y poniéndonos en un extremo, puede llegar a considerarse una acción de g de guerrilla… En definitiva, la Biblia nos presenta un sinfín de ejemplos de cómo la Comunicación y las Relaciones Públicas pueden cambiar el rumbo de la Historia. Sólo hace falta saber interpretar, y qué no, aplicar en nuestra profesión.
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