El Tribunal de Cuentas ha dejado al descubierto la gestión de RTVE durante los años de 2010 y 2011, en plena crisis y a las puertas del duro ajuste presupuestario al que se vio sometida la casa. Remuneraciones e indemnizaciones desorbitadas pagadas a altos cargos, descontrol total en las corresponsalías donde el alojamiento no bajaba de las cinco estrellas y los desplazamientos en taxi eran el único medio de transte e incentivos pagados a directivos en momentos en que no existieron los beneficios, han desatado la ira de muchos cercanos a la Coración que ven que los recortes solo han afectado a algunos y no al grueso del equipo directivo.
Desde prnoticias publicábamos la semana pasada las irregularidades en los sueldos de algunos de los directivos de TVE publicados en el Informe de Fiscalización de la Coración en los años 2010 y 2011. Estamos hablando de un ‘preocupante descontrol’ en los contratos acordados con productoras externas e ‘tantes incumplientos de la legislación vigente’. También se detectaron gastos sin justificar en corresponsalías con pago a hoteles cinco estrellas cuando el régen normal era de tres, y pagos de varios miles de euros en taxis.
Para rematar, durante este periodo los contratos de determinado personal directivo estipulaban unas retribuciones variables de hasta el 20% de la cantidad fija anual según el cumpliento de los objetivos generales, cuando en estos años jamás se generaron beneficios. El responsable de la Coración durante este periodo fue Alberto Oliart, quien asumió en 2009 y se marchó en 2011.
Como era de esperar el informe ha sentado muy mal en todos los estamentos de la Coración, desde sus actuales directivos hasta los trabajadores que ven como en los mismos años en que se les exigía austeridad y tras un ERE de grandes densiones, los directivos, productoras y corresponsables vivieron ‘muy enca de sus posibilidades’. Queda en entredicho también y así lo han visto determinados trabajadores de la Coración, los duros recortes emprendidos la Casa desde hace dos años, precisamente con la llegada de la nueva administración.
Del mismo modo, queda la interrogante respecto de la utilidad de estos ajustes y de la finalidad de los mismos, puesto que se partía de una base en que en teoría la empresa no era viable con el anterior nivel de gasto de la masa salarial –donde se han emprendido los mayores recortes cuando en realidad el grueso de los gastos ‘superfluos’ se producía en corresponsales, directivos y productoras externas.
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