Hablando metafóricamente, pero no sin restar un ápice de verdad, si fuéramos tan rápidos como un AVE podríamos salvar muchas vidas.
Cuando una persona entra en parada cardiorrespiratoria, la rapidez con la que su entorno más cercano reaccione es directamente procional a sus posibilidades de supervivencia. De hecho, los estudios y las estadísticas son tajantes: si recibe las atenciones básicas antes de los 4 preros minutos, sus probabilidades de salir con vida y sin secuelas neurológicas del fallo cardíaco pueden ser superiores al 50%. A partir de ahí, cada minuto de retraso supone perder un 10% de esas probabilidades.
Con esas cifras bien presentes, más de 150 voluntarios, entre médicos y personal de enfermería y emergencias, están ofreciendo entrenamiento gratuito en maniobras de resucitación cardiopulmonar (RCP) a los viajeros de los trenes de alta velocidad que circulan entre la estación de Sants, en Barcelona, y cuatro destinos de Francia (París, Marsella, Lyon y Toulouse).
Una iniciativa completamente pionera, ya que es la prera vez que se usa el tren como espacio formativo ‘in situ’. La instrucción, que dura unos 30 minutos, es eminentemente práctica y no requiere de ningún conociento previo parte del viajero que tenga interés en ella. Además emergencia, evidentemente, lo prero es llamar al 112 y solicitar ayuda profesional y que nos traigan un desfibrilador semiautomático (DEA).
Pero mientras esperamos a los servicios de emergencia ‘nuestras preras actuaciones pueden ser más que cruciales’, prosigue el Dr. Blanch. ‘Tren con destino vida’, es una iniciativa de Life Priority que se enmarca dentro del Congreso Anual de la ESICM (Sociedad Europea de Medicina Intensiva), que se celebrará en Barcelona del 27 de septiembre al 1 de octubre. ‘Tren con destino vida’ también cuenta con el apoyo de RENFESNFC y de la SOCMIC (Societat Catalana de Medicina Intensiva i Crítica).
