La semana pasada UTECA denunció el ‘hostigamiento’ de Moncloa en el marco de su particular balance del dividendo digital. Y es que las televisiones no están contentas con el trato del Gobierno en temas como la concesión de nuevas cadenas o la sentencia de Supremo que podría quitar otros ocho canales a las privadas. No obstante, y a diferencia de otras ocasiones, han decidido ir por separado en su lucha para intentar conseguir prebendas de cara a las elecciones. Por su parte, UTECA como patronal está totalmente al margen de estas reuniones privadas, una muestra más de la crisis por la que pasa la organización.
UTECA es el altavoz pero no el negociador. La frase de un alto directivo de la industria televisiva es un buen resumen de la actual situación y la crisis por la que atraviesa la patronal de las televisiones. En los ‘buenos tiempos’ -bajo el mando de Alejandro Echevarría- UTECA consiguió que el Ejecutivo retirara la publicidad de TVE y que aprobase la fusión de cadenas de televisión. Fue el momento dorado de la patronal cuando se consiguieron las mayores ventajas para el sector, normativas en gran medida responsables de la actual bonaza económica de Atresmedia y Mediaset.
No obstante, la realidad actual es radicalmente distinta. La guerra sin cuartel entre los dos grupos privados ha dejado a la patronal en sus mínimos históricos. El pasado noviembre ya no se presentó el tradicional ‘Libro Verde’ con la actualidad del sector y se sustituyeron las jornadas anuales por una descafeinada rueda de prensa para ‘celebrar’ los 25 años de las privadas en España. Un acto en el que además se produjo sin ninguna representación institucional de las cadenas.
Del mismo modo, la semana pasada la patronal hizo su balance del dividendo digital, nuevamente sin representación de Atresmedia y Mediaset: sólo estaba Andrés Armas y representantes del gabinete de Comunicación contratado por la patronal. UTECA denunció ‘hostigamiento’ de parte del Gobierno a las privadas, aunque reconocieron que a nivel institucional no se reunían con Moncloa desde hacía ‘cinco semanas’. No obstante, según Andrés Armas no era descartable que las cadenas a título propio hubiesen tenido contactos con el Ejecutivo.
Y en efecto. Las cadenas han sostenido reuniones e intercambiado impresiones, aunque en público todos lo nieguen. La salida de Jesús Cintora de ‘Las Mañanas de Cuatro’ despertó todas las alarmas entre quienes acusaron a Mediaset de ceder a las presiones de Moncloa para que quitase de la parrilla a una voz incómoda y particularmente beligerante contra el Partido Popular.
Lo cierto es que tanto Atresmedia como Mediaset están tomando su propio camino para obtener un ‘buen acuerdo’ con el Ejecutivo. Las demandas son básicamente las mismas: al menos una frecuencia en el nuevo reparto, bloqueo a la vuelta de la publicidad a TVE y un ‘decretazo’ que impida el cierre de ocho cadenas de televisión. El problema es que se niegan a negociarlo en conjunto –de hecho en las reuniones de UTECA prácticamente no se hablan- ya que cada uno espera hacer su propio ‘pacto’ buscando más beneficios que el contrario.
De esta manera la ‘vía institucional’ de UTECA está absolutamente descartada. La nueva presidencia de Luis Enríquez (Vocento) tampoco ha servido para solucionar esta crisis, básicamente porque las dos grandes cadenas no tienen ningún interés en buscar acuerdos. De esta manera, la patronal sólo se ha quedado como un altavoz de los problemas del sector, pero no como un negociador, como ya pudimos ver en la rueda de prensa de la semana pasada.
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