¿Quién no ha oído hablar en los últimos meses de Floyd Mayweather y Manny Pacquiao? Nombres muy conocidos dentro del mundo del boxeo, pero anónimos para el resto de los mortales. Hasta que la estrategia de Comunicación y Relaciones Públicas que se ha llevado a cabo para anunciar ‘el combate del siglo’ protagonizado por ambos ha llevado sus nombres y sus historias hasta el más recóndito rincón del planeta.
Independientemente del resultado, y de que el combate gustara más o menos a los espectadores (tras la pelea se han dado más críticas que halagos, incluso se lo ha tachado de ‘fraude’), de lo que no cabe duda es de que ‘el combate del siglo’ pasará a la historia como una de las mejores demostraciones del poder que tienen la Comunicación, las Relaciones Públicas y los medios en la actualidad: el despliegue sin precedentes de radios y televisiones y las redes sociales como fieles aliadas de su difusión han ayudado a crear una expectación, incluso entre la sociedad ajena al boxeo, que ha permitido la generación de millones de dólares en torno a la pelea. No hay que olvidarse, por supuesto, del merchandising que se ha elaborado para la ocasión.
En España el combate en directo podía verse desde las 5 de la mañana del sábado al domingo 3 de mayo. Eran muchos los establecimientos que lo llevaban publicitando desde hace tiempo para atraer a toda esa masa de ciudadanos ávidos por ver el ‘combate del siglo’, como habían escuchado nombrar por activa y por pasiva en todos los medios, aunque no supieran si quiera cuáles son las reglas básicas del boxeo. Comentarios, resúmenes, especiales desde horas antes del combate copaban mucha de la programación previa a la pelea en prácticamente todo el mundo. En datos, las televisiones demandaron tres millones de pinchazos por pay-per view solo en Estados Unidos (desde 80 a 98 euros si se optaba por verlo en HD), mientras que en España se podía ver por 12 euros. En total, han sido 150 los países que lo han televisado (los derechos pertenecían a ‘HBO’ y ‘Showtime’).
También hay que hablar de la inversión realizada por los patrocinadores y los medios desde meses antes del combate, de millones de dólares, por lo que la estrategia de Comunicación llevada a cabo tenía como principal objetivo generar una expectativa tan alta en los espectadores que les permitiera recuperar el dinero invertido y contar con las ganancias esperadas. No cabe duda de que se han superado los objetivos: al MGM Grand Garden Arena de Las Vegas acudieron cerca de 17.000 personas, que han permitido alcanzar unas ganancias por entradas de 50 millones de dólares. El uso de las herramientas de la Comunicación en esta estrategia ha sido espectacular.
Mayweather ha ganado 180 millones de dólares por la pelea, mientras que Pacquiao ha obtenido 120 millones, 15 y 10 millones por asalto, respectivamente. Es más, por segundo de combate, Money se ha llevado 83.000 dólares y Pacman 55.000. No cabe duda de que Las Vegas sigue siendo la ciudad de los excesos. Y en este caso, gracias a la Comunicación, ha acogido no ya el combate del siglo, sino uno de los mayores espectáculos que se han visto en lo que llevamos de siglo.
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