Carlos Herrera prepara la próxima temporada en COPE con el objetivo ganar al menos medio millón de oyentes antes de que finalice el próximo año. Herrera se fue de Onda Cero marcando dos millones de oyentes, el segundo mejor registro del ‘prime time’ radiofónico por detrás de Cadena SER, pero un dato que ya comenzaba a dar síntomas de agotamiento marcando un techo que no se había logrado superado en las últimas tres temporadas.
Herrera también comenzó a acusar este estancamiento y asumió que en Onda Cero le sería imposible acercarse a los tres millones de ‘Hoy por Hoy’. Ello le llevó a aceptar la oferta de COPE que entre otras cosas incluye unas importantes sinergias con el equipo de Deportes y un tándem que podría competir en igualdad de condiciones con la emisora de Prisa Radio. Un binomio deportes-mañana que en Onda Cero carecía de sentido debido a las bajas audiencias de los programas deportivos de esta casa.
En el caso de COPE el último EGM volvió a alejarse del millón de oyentes (980.000) con Ángel Expósito, una cifra que confirma la apuesta de la emisora por este nuevo fichaje ‘galáctico’. En este contexto las previsiones de Herrera son bastante optimistas. El comunicador cree que en el primer año en antena mantendrá holgadamente el millón de oyentes y comenzará a escalar posiciones ya desde su segundo EGM (en abril de 2016).
Las previsiones que maneja junto con las de COPE indican que incluso que en diciembre de este mismo año podía estar muy cerca de los 1,5 millones de oyentes, medio millón por encima de los actuales datos de Expósito. En esto incluyen además de oyentes desencantados de Onda Cero, seguidores de RNE e incluso de esRadio. Herrera tiene muchos fieles los que se sumarán a una COPE mucho más afín ideológicamente a sus postulados.
Si a esto además le sumamos que el acuerdo -que todavía no se hace oficial- incluye libertad total para el comunicador, tanto geográfica –seguirá trabajando desde Sevilla– como en la elaboración de contenidos, las cuentas que sacan en COPE son alegres. La emisora ha transado ‘eximiendo’ a Herrera de las directrices de Radio Intelligence, porque saben que así el comunicador se sentirá más tranquilo y se dedicará a montar un programa a su medida y más en sintonía con sus fieles.
De ahí, las expectativas son lógicamente intentar asaltar el liderazgo pero quemando etapas y sin prisas. El proyecto es a largo plazo –como mínimo cinco años- y en COPE ya han manifestado su intención de continuar la relación con Herrera por muchos más años que los que en un comienzo quedarán rubricados en su primer contrato, que previsiblemente se hará oficial antes del verano.
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