En muchas de las comparecencias de los diferentes presidentes de RTVE en el Congreso de los Diputados la retransmisión de los Juegos Olímpicos ha estado sobre la mesa. Dichas citas, tanto en su edición de invierno como de verano, han sido consideradas por todos ellos como un ‘lastre’ para las cuentas de los medios públicos en los ejercicios en los que se disputan, que es cuando deben computar sus gastos y no en el momento en los que adquieren dichos derechos. Los Juegos Olímpicos son consideradas por ley como un evento de interés general que debe de ser retransmitido, al menos en parte, por una televisión nacional en abierto.
Las citas olímpicas han tenido siempre su casa en TVE, lo que provoca pérdidas considerables para la Corporación y que se suman al amplio déficit que acumulan año tras año los medios públicos. Lo mismo ocurrirá en 2016 con los Juegos Olímpicos de Río. Según publica ‘El País’ en previsión al desfase presupuestario que se producirá Hacienda ha decidido por primera vez en cuatro años incrementar la asignación de RTVE en 50 millones hasta los 974 millones de euros.
Con esta inyección extra, negociada por el presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, con la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) ambos buscan paliar una ‘catástrofe’ mayor el próximo ejercicio.Y es que las cuentas no salen por ningún lado y la cita olímpica servirá de nuevo como excusa para ‘justificar’ los números rojos de RTVE. Hacienda pondrá 50 millones de euros extra, aunque se calcula que la cobertura de los Juegos Olímpicos de Río 2016 ascienda a un gasto de entre 70 y 90 millones de euros lo que incrementará la abultada deuda de RTVE. Puede que la cita olímpica del próximo año sea la última en TVE, puesto que la pasada semana Discovery y Eurosport anunciaban la adquisición de los derechos olímpicos desde 2018 y hasta 2024.
De cara al próximo ejercicio y dejando a un lado la partida complementaria por los Juegos Olímpicos, la corporación busca por todos los medios aumentar sus ingresos como única vía para paliar la difícil situación actual. Por un lado está la intención de ampliar el concepto de patrocinios culturales a todos los ámbitos y acabar con el techo de ingresos por esta partida, una idea anunciada por el propio José Antonio Sánchez en el Congreso recientemente. Además, desde la dirección de los medios públicos se pretende un aumento de 50 millones de la tasa que reciben de los operadores y unos ingresos de 80 millones de euros procedentes de la devolución del IVA. Las previsiones de RTVE también incluyen la llegada de 45 millones de euros por la comercialización de sus productos y un nuevo gasto de alquiler de platós tras la venta de los Estudios Buñuel.